Los mil y un Devalis se reunieron anoche en el Teatro Verdi para brindar un espectáculo humorístico con singular despliegue en escena y con algunos detalles que muestran la evolución del cómico nacido en Colazo.
Munido de nuevos artilugios técnicos e ilustrativos, como las máscaras que acompañan a cada personaje, el imitador ha impreso una nueva marca en su derrotero artístico, con una seguidilla de cambios de vestuario y de gags a tono con cada “personalidad”.
Como él mismo lo señala en cada nota que realiza, debajo de la máscara empatiza con los gestos o los tics de de la Sota, de la “Mole” Moli (a saber, el primero que lo caracterizó como ícono mediático redituable ahora enrolado en una suerte de bailarín) y “La Mona” Jiménez, entre otros. Sus creaciones particulares (Cándido, Fabuletti) abonan un guión propio que se escapa de la rutina de chistes y que cuentan con la complicidad del espectador que antes lo había receptado por radio en Cadena 3. El show se completó con bailarines y el cantante tanguero Dante Garello.