Ya son cuatro los festejos en las calles villamarienses. En el debut frente a Nigeria, en la goleada ante Corea, en el triunfo sobre Grecia y ayer, tras el trascendental partido con México. Y la gente se fue sumando a la alegría...cada vez más. La fría tarde dominical tuvo eso: el calor de la gente. La gente de todas las edades que se vistió de celeste y blanco para tomar al centro como lugar de reunión...como zona de algarabía. La Bandera fue el estandarte general, desde el mismo Salón de los Deportes, donde pudo verse el encuentro por pantalla gigante y hasta la Plaza Centenario, adonde nadie quiso faltar. Y todos quieren ir por más el sábado próximo, cuando pasado el mediodía termine el choque con los alemanes. ¡Ojalá se repita!