Trece pastores, que representaron a igual cantidad de iglesias evangélicas (de Villa Nueva, Villa María, Arroyo Algodón y Arroyo Cabral, entre otras) siguieron ayer a la mañana con suma atención la charla que brindó la referente de la asociación Vínculos, Alicia Peressutti, quien trabaja contra la trata de personas.
La docente y escritora fue invitada por el presidente del Consejo Pastoral, Manuel Argüello, a la reunión que se concretó en el Centro Comunitario Evangélico “Cielos Abiertos”, para concientizar sobre la explotación laboral y sexual de personas.
Peressutti destacó que la Iglesia Evangélica “siempre nos apoyó, desde la primera novela que publicamos (basada en hechos reales) sin siquiera pedir leerla antes, lo que habla de su compromiso”. “Y ellos tienen mucho trabajo en los barrios, en las calles se enteran de lo que está pasando, por eso es importante su participación”, indicó.
Luego, contó que “mucha gente se sorprende con lo que contamos” y advirtió que “la trata es invisible y la estrategia de la mafia es mantenerla así”.

El robo de bebés

Peressutti advirtió que en el país crece el robo de bebés con el fin de la pedofilia, “a quienes dejan en agonía violándolos”, en el marco de un negocio macabro “que genera millones de pesos”.
“Hay que tener cuidado en las ciudades grandes. No darle el niño a nadie, porque usan a mujeres y hasta abuelas para pedir a la madre víctima que les muestren un bebé y a pocos metros está el captor”, apuntó. Dijo que en la capital cordobesa hubo intentos pero que por temor no se denuncian.

Trabajos salvajes

Por otro lado, se habló de la trata de personas con fines de explotación laboral, estando bajo la lupa numerosos talleres clandestinos de fuertes marcas de ropa, como Kosiuko o Mimo’s.
“El 80% de la ropa que cualquiera de nosotros utiliza está hecha en talleres clandestinos”, reveló la disertante. “Las características de éstos son las más inhumanas que uno pueda imaginar. Por ejemplo, le dan un plato de arroz al que trabaja pero no a los niños, y tienen que compartir todos ese plato. Laburan desde las 7 de la mañana a la 1 de la madrugada y no hay dónde bañarse”, puntualizó.
Reveló que cierran las puertas con llave y que, sólo a los hombres, los dejan salir en las tardes de los domingos.
¿Cuánto les pagan? 3,50 pesos por jean al dueño del taller. De ese dinero, sólo 1,50 va a la mujer trabajadora, a la que le demanda 20 horas hacerlo, según sus dichos.
Peressutti dijo que existen estos centros en Córdoba y advirtió que “los ciudadanos creen más en las ONG que en la Policía”.

Camino a los
cambios

Como se sabe, el Congreso de la Nación se apresta a realizar cambios en la Ley de Trata, como consecuencia del documento que surgió del Primer Congreso Nacional del Interior contra la Trata, realizado en Villa María en mayo pasado.
“En Diputados ya está el compromiso y ahora regresaremos al Senado. Tenemos una nueva reunión el próximo 29 de julio y le pedimos a los senadores que estén presentes”, expresó.
Los ejes por lo que pasará el pedido de las organizaciones que luchan contra este delito en todo el país pasan por penalizar el cliente y que no se permita el consentimiento de la persona en la explotación, “ya que por la situación de vulnerabilidad, ese consentimiento es viciado”.
“Lamentablemente, en el Senado el tema no está en la agenda pero no bajamos los brazos. Vamos por la penalización del cliente, tanto el del ámbito sexual como el de los talleres clandestinos”, remarcó Peressutti.
Manuel Argüello se mostró satisfecho por la respuesta a la convocatoria. Resaltó que la presencia de trece referentes de iglesias impactará en tres mil familias, a las que abarcan estos templos.