Ayer por la tarde, el carismático payaso cordobés Piñón Fijo brindó dos funciones a plena sala en el Teatro Verdi, mediante su espectáculo “Una luna en la laguna”.
Las presentaciones, en rigor, habían sido suspendidas la semana pasada por un fuerte estado gripal del artista detrás del personaje: Fabián Gómez.
Precisamente esa fue la primera pregunta realizada por EL DIARIO horas antes de su primer show. “Me había quedado mudo, la quise pelear pero no pude contra la difonía y la ronquera”.
¿Qué es lo que más te gusta de la nueva propuesta respecto de las anteriores?
- Las puestas de Piñón casi siempre las mismas, cambian un par de cosas, aunque es más de lo mismo (se ríe). En realidad, lo más lindo de esta gira es que mis hijos me acompañan como músicos arriba del escenario: Sol tiene 23 años y Jeremías de 22 años. Es un regalo para mí.
¿Qué cambios notás de los niños que conociste al principio de tu carrera que los que te ven ahora?
- Los niños siguen siendo los mismos, lo que cambia es el mundo de los adultos y sus estímulos, como por ejemplo el bombardeo de la TV capitalina. Hay tiras que empiezan para niños y terminan siendo las novelas de la tarde. Creo que así los chicos queman varias etapas.
Tal vez por eso te retiraste de Buenos Aires
- Por un lado quería estar más cerca de las raíces. Además yo no acuerdo con eso del “estar ahí a cualquier precio”. La idea es que no te lleven puesto.
Aunque de vez en cuando participás de programas, como hace poco en el de Pettinato (“Un mundo perfecto”)
- Eso fue una idea del productor de Buenos Aires. Yo no estaba muy seguro si el programa daba para mi personaje pero por respeto a él fui. No sé si estaba tan cómodo pero salió bien. Tocamos en el saxo cloacal "Fantasma de Canterville".
¿Despuntás el vicio de la música fuera del show?
- En casa solamente, a veces con zambas, chacareras o rock.
¿Cómo vienen las giras?
- En abril estuvimos en Ecuador donde posiblemente haga algo allá para la TV. En diciembre volveríamos a España, después de un año y medio pero a más ciudades, no sólo Madrid sino Barcelona entre otras. La última vez fue muy emocionante por el encuentro con argentinos. Me acuerdo que una mamá que subió al escenario empezó a cantar el Himno y todos se pusieron de pie y aparecieron Banderas argentinas.
¿Por qué siempre son dos funciones en Villa María?
- Es como una red muy especial con la ciudad, siempre hubo gente que me fue a ver. Además está el apoyo de los medios y el boca a boca que es importantísimo
¿Todavía te encontrás con personas a quienes les habías animado su fiesta de cumpleaños cuando comenzabas tu carrera?
- Por supuesto y me hacen “payaso abuelo”, porque ahora ellos vienen con sus nietos. Es fabuloso.