"Un luchador, un entusiasta, un ser muy amable y siempre de buen humor." Así recordó al folclorista Rino Bianchi, la profesora y delegada local de Pre Baradero Zulma Altamirano.
En las últimas horas del martes pasado, el destacado artista y hacedor cultural oriundo de nuestra ciudad falleció en Córdoba a los 80 años tras lidiar con dos paros cardíacos.
"Era un verdadero defensor de nuestra identidad y de nuestras raíces", acotó Altamirano a EL DIARIO. "Era muy renombrado y recordado entre los folcloristas por haber sido uno de los primeros docentes que iniciaron el camino dentro de nuestro folclore", precisó.
"Su casa era un semillero, donde dictaba clases a sus alumnos como también en clubes y salones."
Bianchi, comenzó su carrera en la academia de Andrés Chazarreta y luego pudo abrir su propia escuela. “Era una filial de la academia de Aldo Bessone de Córdoba de donde pudimos egresar como las primeras graduadas, Nilda Belloza y yo en el año 1964. Con él formamos un ballet con el cual pudimos viajar hacia diferentes lugares, como en el gran festival de Marcos Juárez y ganar varios lauros como en el certamen del Imperio de Río Cuarto", rememoró Altamirano.
Entre algunas de dichas presentaciones, Zulma recordó una puesta singular de "luz negra" en el Teatro Broadway, actual Teatro Verdi. "El se proponía técnicas modernas, de avanzada pero caseras", agregó.
Por último, puntualizó que "fue en su casa, en los bancos de su patio, donde se gestó verdaderamente la creación del Anfiteatro".
Bianchi vivió sus últimos años en La Calera. Tuvo tres hijos y uno "de corazón" con Blanca Bonoris, prima de Hugo (esposo de Altamirano). Sus restos, tras ser velados, fueron llevados ayer al crematorio de Toledo.