Una vez más hay que salir en defensa de las joyas de nuestra abuela, que más que abuela es nuestra madre, Villa María.
El Gobierno municipal quiere una vez más hacer un negocio, donde salen perdiendo ustedes y yo, pero además nuestros abuelos, nuestros hijos y nuestros nietos.
Hoy el blanco del negocio es la plaza Centenario. La plaza para los villamarienses, es parte nuestra de nuestro quehacer diario, allí están depositadas muchas cosas, broncas, amores, pasiones, todo lo que cada uno de los villamarienses vivió o expresó en ese lugar.
La plaza hoy la quieren convertir en una playa de estacionamiento. Y por más que sea subterránea, termina siendo de esa forma en una playa de autos. Innecesario ya que el parque automotor no es para tamaño gasto.
Además teniendo lugar como los terrenos del ferrocarril donde se puede albergar todo el parque automotor que circula en un día en el centro, las grandes ciudades europeas buscan eliminar del centro de sus ciudades la circulación de automotores, tratando que la gente llegue en bicicletas u otros medios como pequeños colectivos. Pero nosotros todavía tenemos a favor los terrenos del ferrocarril donde a la gente le queda a un paso el centro.
Por eso no queda otra cosa que pensar que esto es un negociado con algo tan caro para el sentimiento de los villamarienses y además con el bolsillo de los frentistas que otra vez pondrán dinero para que el negocio sea para unos pocos, realmente no hay algo lógico que sustente una playa de estacionamiento en la plaza Centenario.
Una vez más es un atropello a lo que hace a nuestra historia, nunca pero nunca el progreso se debe hacer a expensas de la historia. Ya poco queda del casco céntrico de Villa María y cada vez menos queda. Yo me pregunto ¿qué hace el director del Patrimonio Histórico? Espero no equivocarme, pero con sólo ver cómo está el edificio donde se encuentra la Dirección del Patrimonio (el solar donde estaba la Escuela de Bellas Artes), puedo decir que nada, realmente está como si fuera una pocilga. Por eso, si no sabe defender lo poco que queda del casco histórico y sus casonas, el director debe renunciar ya.
No recuerdo cuando se quería vender la plaza Ocampo que haya salido en defensa de ese lugar. Tampoco de otros que se demolieron o están a punto de serlo como la casa donde salieron los primeros alumnos de la Villa.
La casona de Mariano Moreno y Corrientes, donde ya ni siquiera está el cartel donde una junta histórica señalaba que ese lugar pertenecía a la historia de Villa María. Pero parece que el silencio y la displicencia es una constante que se destila desde la Dirección de Patrimonio.
Proyectos de resguardo y protección a la historia local es lo que menos salen de allí. Hago un llamado a todos los villamarienses (les dejo el mail villamariahistorica@hotmail.com), que sientan a Villa María verdaderamente en su corazón, a expresarse para que la plaza de Villa María siga siendo ese lugar que nos contiene. Que sabe esperarnos para encontrarnos con nuestro ser amado. Para llorar en uno de sus bancos, para vivar la celeste y blanca, para descansar nuestros huesos cuando viejos nos sentemos a tomar sol y ver nuestra vida pasar como una película donde seguro nunca faltará ella: nuestra plaza Centenario.

Alejandro Dughetti
DNI 24119241