Transcurrieron más de tres meses desde que los padres de Yazmín Gómez radicaron la denuncia en la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno por la usurpación de la vivienda que les había sido adjudicada. Y, hasta ayer, la Justicia no tomó ninguna resolución.
Yazmín es una pequeña villanovense de 8 años que recibió un trasplante de rinón el 17 de abril pasado y que evoluciona favorablemente.
La niña volvió a residir en su humilde hogar de calle Córdoba, en Villa Nueva, en proximidades del Hospital Comunitario. Los médicos habían encomendado que, por su estado de salud, debía habitar en una casa con otras condiciones.
Dos semanas antes de ser sometida a la trascendente intervención quirúrgica, su familia resultó adjudicada con una de las 46 viviendas del plan Nuestro Hogar IV, que Cáritas Diocesana levantó en barrio Las Quintas.
Esto ocurrió luego de que se diera de baja al adjudicatario original, de apellido Villarreal.
Sin embargo, los Gómez nunca pudieron disfrutar de este techo porque la unidad habitacional fue ocupada ilegalmente por una numerosa familia liderada por Mauricio López.
El caso originó un fuerte enfrentamiento público entre Cáritas y el Ejecutivo encabezado por Guillermo Cavagnero.
No obstante, ambos sectores luego se hicieron a un costado y no actuaron, quedando Yazmín en el medio. Por eso, Hernán y Mirta, los papás de la nena, concurrieron a los Tribunales de Villa María y presentaron una denuncia, buscando que se desalojara a los usurpadores.
Tres días después de esta presentación ante el fiscal Daniel Del Vö, la chiquita fue trasplantada y la cuestión judicial quedó -para la familia- relegada a un segundo plano.

@ Niegan que esté paralizada

Ayer, cuando EL DIARIO esperaba ser atendido por el secretario de la Fiscalía, Juan Aguilar, llegó Hernán Gómez en busca de respuestas.
Aguilar le dijo a este matutino que la causa está bajo investigación y negó que esté paralizada.
El papá, en tanto, está cansado de la falta de respuestas. Cansado pero feliz, porque su hija evoluciona muy bien, “come el triple que antes” y aumentó cerca de 4 kilos (pesaba 18).
Cada quince días, viajan a Córdoba para controles y la pelean como pueden.
El hombre trabajó en un supermercado pero a los tres meses volvió a quedar sin empleo y regresó a su antigua labor, la venta de pastelitos.
“Siempre nos defendimos como pudimos y lo seguimos haciendo”, expresó y volvió a recalcar que no está anotado en ningún plan habitacional de la Municipalidad de Villa Nueva, algo que dijeron funcionarios de la comuna en una conferencia de prensa.
D.B.