Apenas remitió un poquito el cruento frío que reinó en la ciudad durante los últimos días, los ladrones se sacudieron la escarcha que les congelaba los dedos y salieron nuevamente a la calle a hacer sus fechorías. Así fue como, entre las 21.30 del martes y las 10 de la mañana de ayer, fueron denunciados cuatro robos. Cuatro mujeres y un celular El primer delito contra la propiedad fue perpetrado el martes a la noche en la esquina de La Rioja y López y Planes, Allí, María Giuliani fue abordada por otras tres mujeres quienes, valiéndose de amenazas, le sustrajeron un teléfono celular. El estéreo y una campera Había pasado poco más de media hora desde que se iniciara la jornada de la víspera cuando María Gaona denunció el segundo hecho. El episodio ocurrió en la intersección de las calles Colón y Los Abedules, donde la mujer había dejado estacionado su Volkswagen rojo patente BMV 954. Los amigos de lo ajeno rompieron el vidrio de la puerta delantera izquierda y le robaron el estéreo y una campera de jean con corderito. Cuidado con ese remisero En tanto, a la 1.20 de la madrugada de ayer, una menor de edad, de 14 años, domiciliada en la localidad de Ucacha y de quien la oficina de prensa de la Policía no suministró la identidad, denunció que había sido víctima de un robo. Ocurrió en las afuera de la Terminal de Omnibus de esta ciudad y lo curioso del caso es que fue perpetrado por un remisero. De acuerdo con lo manifestado por la víctima al personal del Cuerpo Especial de Vigilancia, ella abordó un Chevrolet Corsa blanco afectado al servicio de remises (no fue señalada la empresa) hasta la Terminal, donde se bajó, pidiéndole al chofer que la aguardara, dejando sus pertenencias dentro del coche, en un exceso de confianza. Es que debía retirar dinero para abonar el viaje. Con tal propósito ingresó en la cabina del cajero automático y realizó rápidamente el trámite. Cuando regresó por sus cosas - un bolso con ropa y una notebook - el coche de alquiler ya no estaba donde había estacionado. Una escalera extensible Finalmente, a las 10.50, Carlos Perlo, mayor de edad y empleado de la empresa Multicanal, manifestó en la Comisaría de Distrito que los ladrones le habían sustraído una escalera que minutos antes había estado utilizando para realizar tareas de mantenimiento del servicio de televisión por cable en la calle Entre Ríos 2750. Se trata de una escalera extensible, de cuatro metros, que el hombre dejó apoyada en la pared de una vivienda. Al parecer, Perlo se distrajo unos minutos observando los cables y al regresar a buscar la ya citada escalera, no la encontró.
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