Escribe: Juan José Coronell
(Especial para EL DIARIO)

Ante un Teatro San Martín repleto y con la expectativa de ver a la figura más popular de la capital cordobesa, la historia y el tiempo saldaron una cuenta pendiente. Porque el escenario mayor de Córdoba, el lugar de cultura por excelencia, le debía un lugar al ícono cultural más importante de los últimos tiempos.
A las 21.50 y entre el canto de “Soy Jiménez” de la platea, comenzó la gala para presentar el libro “La Mona”, de la editorial Raíz de Dos. Para ello, en una especie de living armado en el escenario un vídeo repasó la infancia, adolescencia, comienzos en el cuarteto y la afirmación como solista de Carlos Jiménez. Luego Mario Pereyra hizo las veces de presentador y compartió con La Mona la idea de que por ese Teatro habían pasado “personajes místicos”.
Luego hicieron su entrada los periodistas Jorge Cuadrado (director de la editorial y autor del libro) y Alfredo Leuco. Con su presencia la noche logró su punto más alto en cuanto a emoción cuando se fundieron en un abrazo acompañado por lágrimas.
El periodista había defendido a Jiménez a mediados de los ‘80, cuando el cantante fue duramente castigado por una actuación con incidentes en el Festival de Cosquín. Además comparó la actuación en el Libertador con el Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de 1918. "Un dolor menos es una libertad más", afirmó Leuco.

Las palabras que hablan

El libro que ya está entre los más vendidos en Córdoba fue comentado y no dejó tema por tocar. Políticos y periodistas fueron los más atacados en un libro que no se olvida de la exclusión social, la policía, la droga, la noche en Córdoba y demás.
Además de los que acompañaron al músico, asistieron personalidades como el gobernador Juan Schiaretti y su esposa Alejandra Vigo, el productor José Palazzo, la locutora Ana María Alfaro, el director de la Ciudad de las Artes, Juan Adrián Ratti, el líder del conjunto Callejeros, Patricio “Pato” Fontanet y “El Mono” del grupo Kapanga.
También lo hicieron los humoristas “Negro” Alvarez, “Cacho” Buenaventura y Los Modernos, el grupo musical Los Caligaris y la nadadora Georgina Bardach.
La sorpresa para el elogiado fue cuando subió Raúl Lavié y juntos cantaron “Balada para un loco”, luego de haber bailado como un “malevo”.

El mejor amigo

Al cierre de la noche, el cuarteto y La Mona se volvieron a encontrar. Como cada fin de semana, como cada momento que tuvieron que pasar ambos. La Mona se encargó de transformar a la sala en una fiesta de la música popular, rescatando varios temas de su carrera.
Sus hijos Carlitos, Lorena y Natalia lo ayudaron a bailar y entonar varios éxitos para que el lugar pareciera más que nada un club de pueblo o algún que otro estadio de Córdoba. Sus fanáticos y sus señas para los barrios llegaron y con esos gestos le mostraban su apoyo incondicional. El apoyo de siempre, el que no cambia nunca.
El 20 de julio va a quedar grabado en la memoria de los cordobeses y sobre todo en la de Juan Carlos Jiménez Rufino porque en el libro de su vida escribió otro capítulo. Seguramente el más importante.