Primero, los inspectores se hicieron presente al mediodía. Los abuelos se encontraban solos. No había nadie a su cargo.
Ante esto, el subsecretario de Seguridad Ciudadana, Fabián Pastorak, ordenó que los efectivos permanezcan en el lugar. Pasaron 45 minutos y no llegó nadie.
A la tarde, personal del área volvió a irrumpir en el geriátrico. Sí se encontraba, esta vez, un encargado, por lo que pudieron inspeccionar el lugar.
“Lo encontramos en condiciones no adecuadas, no cumpliendo con los requisitos de buen uso y conservación”, explicó Pastorak a EL DIARIO, ante la consulta.
Así fueron los hechos según la versión del funcionario. Al día siguiente, de acuerdo a sus palabras, puso en conocimiento del Juzgado Administrativo de Faltas tal situación.
Pastorak indicó que esto sucedió hace aproximadamente diez días y explicó que desconoce qué pasos se siguieron tras su intervención.

Cerrado

EL DIARIO concurrió ayer al inmueble en que hasta hace pocos días funcionaba el geriátrico, ubicado en calle Buenos Aires 475, a 200 metros de la sede municipal, pero encontró sus puertas cerradas y nadie atendió.
Una vecina se acercó a este cronista y le comentó que “los abuelos ya no residen más aquí”, al tiempo que advirtió: “Esto se aguardaba de un momento al otro, me lo venía venir”, dejando trascender las condiciones en que se hallaban los ancianos.
La gravedad del caso quedó en evidencia cuando este matutino consultó a Alicia Gorno, la secretaria de Salud y Acción Social de la Municipalidad.
“El certificado médico dejó constancia de que se hallaban en estado de abandono y desnutrición”, confirmó la funcionaria.
“Nosotros constatamos el estado de los abuelos y observamos que no se encontraban en las condiciones adecuadas”, explicó.
La integrante del Gabinete de Guillermo Cavagnero precisó que en el lugar se hallaba una persona residiendo por disposición del municipio, en tanto que a otro abuelo “se lo ayudaba con la comida”. A ellos dos, la comuna los retiró de manera inmediata -según la versión oficial- al conocerse las irregularidades.
Luego, desde el Gobierno se procedió a notificarles a los familiares de los demás residentes (había alrededor de ocho personas) el cuadro presentado y todos decidieron retirarlos.
“En un caso en particular, sus allegados no eran de la ciudad pero contábamos con un certificado médico, por lo que de todas maneras decidimos actuar y luego se ubicó a la familia”, puntualizó Gorno.

El papel de la Justicia

Alicia Gorno explicó que, por esos días, la jueza de Faltas, Lilián Sosa, se encontraba de vacaciones, pero que, de todas maneras, el municipio tomó cartas en el asunto. Agregó que “el lugar hoy no está habilitado”.
Por su parte, la magistrada de Faltas dijo que no dará información del caso en particular, por estar bajo investigación, pero advirtió que el expediente de habilitación del geriátrico “pasó por todas las áreas del municipio desde marzo de 2009, sin que se le haya denegado la habilitación”.
“Leí en EL DIARIO que el señor Pastorak se pregunta por qué esta jueza no actuó. Estoy cansada de sus dichos, habría que analizar por qué el expediente fue pasando por todos las secretarías y no hubo denegación, además estuvo durante tres meses en poder de Seguridad Ciudadana”, expresó Sosa.
Lo concreto es que la casa en que se debía cuidar a los abuelos ya no funciona como tal y el municipio ahora inspecciona otros establecimientos similares.
“Nosotros hicimos lo que nos correspondía y hallamos una situación delicada; ahora estamos viendo qué sucede en otros lugares, efectuando inspecciones”, aseguró Alicia Gorno.


Diego Bengoa