Si bien semanas atrás un grupo de vecinos de la ciudad se encadenaron a árboles para frenar el avance de la deforestación o poda de plátanos en la zona del ex Mercado, donde el municipio quiere construir un estacionamiento, no hubo muchas repercusiones respecto a una desmedida mutilación de eucaliptos en lo que es casi el final de la calle Córdoba.
Teniendo en cuneta que se trata de la principal arteria que atraviesa el casco céntrico bellvillense, a la altura del 1500, y justo al frente donde la cooperativa de electricidad local está construyendo un barrio residencial perimetrado, el municipio podó a un metro de altura una nutrida barrera de eucaliptos.
La explicación oficial dice que es en pos del progreso, el desarrollo y la urbanización, discurso conocido si los hay, para liberar lo que sería "el nuevo principal acceso a la ciudad" cuando cuente ya con el paso de la autopista Córdoba-Rosario, además del "camino al cementerio, puesto que el viejo está colapsado".
En lo que es el final de la calle Córdoba, especificaron, se construirá una avenida que confluirá en la circunvalación de lo que será el acceso sudoeste.
La medida explicada días atrás por el secretario de Finanzas e Infraestructura, Miguel Cagnolo, fue tácita: “No nos dan las medidas para el ancho adecuado de la arteria y por ello comenzamos con estas tareas”.
Los vecinos se preguntan: "¿No se apresuraron 'matando' los añosos árboles, no existía alguna otra forma evitando esa tala?".
Paralelamente la Municipalidad está implementando una campaña de arbolado urbano, mientras la legislación vigente castiga el retiro de árboles y estipula que la Municipalidad debe autorizarlo. Y la pregunta resuena: ¿Se autorizó y se estudió correctamente la medida adoptada?