Organizado por el Partido Justicialista de Villa María, se realizó ayer en el subnivel el acto de recordatorio del fallecimiento de Eva Perón.
El orador principal del acto fue el intendente Eduardo Accastello, quien recordó la figura de Eva asociada al compromiso con el otro.
“No hay Dios tan importante que pueda hacer por uno mismo lo que no puede hacer por uno mismo”, dijo Accastello, rememorando la fortaleza y convicción para la instauración de los derechos de mujeres y de trabajadores.
Aseguró que alguien comprometido con el otro no puede ser tibio. “No hay espacio para los tibios, esos que sólo vegetan, que se van a dormir rápido para no soñar, porque el egoísmo y el odio no les permite tener sueños. No hay espacio dentro del justicialismo para los tibios”, aseguró.
Recordó que así como ahora hay quienes cuestionan al “Gobierno nacional y popular, a Eva la criticaban por cómo vestía o por sus discursos, donde trataba con dureza a la oligarquía. Pero ella siguió adelante, no le preocupaba, no le preocupaba su propia enfermedad, sino la del otro; no le preocupaba su propia educación, sino la del otro. Eso es compromiso”.
Acto seguido, aseguró que “si Evita viviera, sería más revolucionaria, más transformadora, porque vería que todavía hoy hay miles de argentinos que no tienen lo necesario”.
Finalmente, pidió a sus pares seguir soñando “por una Argentina de iguales” y dijo: “En seis años ella pudo cambiar al mundo, nosotros todavía no pudimos emularla en 58 años”.
El acto comenzó con el discurso del presidente del PJ de Villa María, Hugo Fernández, seguido por la lectura de un texto a cargo de Leonor Conti.
Desde una de las paredes de la medioteca, ubicada a varios metros del lugar, proyectaron un vídeo con el tema “No podrán olvidarte”, de Patricia Sosa, acompañado con las imágenes de Eva Perón.
El acto cerró con la interpretación de una canción titulada “Ella es octubre”, a cargo de la artista local Margarita Font, y con la entrega de una ofrenda floral.

Para Arminda Carrizo, una de las mujeres que asistieron al acto de ayer, Eva Perón “es todo”.
“Ella nos enseñó que la Justicia Social es una frase que hay que respetar, es sagrada”, afirmó.
Recuerda el día del fallecimiento, cuando todavía era niña e iba a la escuela primaria. “Nosotros estábamos tristes de verdad. Veíamos a nuestras familias y a nuestras maestras llorar.”
Cree que hoy no todos los justicialistas siguen las enseñanzas de Eva. “Algunos la quieren imitar para sacar provecho propio. Ojo, algunos, no todos”, concluyó.

“Imagínese si no seré de Eva y de Perón, que tengo una hermana que se llama María Eva y un hermano que se llama Juan Domingo”, dijo Marta Rosa Pellizzón, militante del barrio Los Olmos.
Aseguró estar muy emocionada porque la reconocieron en el acto. “Yo sigo siempre en el mismo partido, no otros que van cambiando. No los entiendo, es como cambiar cada tanto de religión.”
Explicó que ella en su barrio hace un trabajo social “escuchando lo que necesita la gente y gestionando cosas. Hasta casas he conseguido”, concluyó.

Para María “Lala” Guzmán la figura de Eva Perón no es desconocida. “Yo estaba en la calle Buenos Aires cuando Evita vino a Villa María. Se bajó del tren y fue a la plaza Centenario. Fue tan lindo”, recordó. Ella apenas tenía entre 16 y 17 años.
Cuando murió “la jefa espiritual de la Nación” hicieron en el barrio Rivadavia una guardia de honor por horas.
“Yo fui a Buenos Aires, a la Fundación, me tocó acompañar una familia de Pilar que no tenía nada y Eva le armó la casa. Hasta tabla de lavar les mandó”, recordó.