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El parto no es sólo un acto fisiológico, sino emocional |
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Cada vez más las mujeres toman partido de sus partos y de la forma en la que quieren traer a sus hijos al mundo. Creo que elegir la forma de dar a luz es un derecho al que cada mujer debe tener acceso. Esta decisión debe estar acompañada de conocimientos y respaldada con el aval del profesional que va a atender a la parturienta, ya que ese derecho va asociado a una gran responsabilidad.
El parto dejó, desde hace un tiempo, de ser sólo un proceso fisiológico para convertirse en un proceso que conlleva en sí el acompañamiento emocional.
En los tiempos que vivimos no es para asombrarse el escuchar que una mujer ha elegido tener a su bebé por medio de una operación cesárea y que con el consentimiento de su obstetra sus deseos fueron respetados (no todos los médicos están de acuerdo o aceptan estos términos). Muchas mujeres eligen el parto normal sin dolor o con anestesia de catéter continuo y otras desean vivenciar la experiencia de un parto vaginal completamente natural. Para elegir hay que conocer los beneficios y las contras de cada una de las posibilidades.
Estas situaciones bien utilizadas aportan al momento del nacimiento más contención, confianza de la embarazada y calidez en la atención.
Cuando escucho a una embarazada que elige una operación cesárea a un parto normal, me pregunto cuáles pueden ser los desencadenantes de tal decisión. La respuesta llega siempre asociada a la desinformación que termina llenando de temores a los papás.
Muchos acuerdos, parlamentos y libros que se dedican al estudio del nacimiento y el parto vaginal en el mundo llegaron al acuerdo de que el parto “debería ser intervenido solamente para corregir desviaciones en la normalidad y que los profesionales sanitarios que participan en el proceso de atención al parto deben favorecer al proceso fisiológico, respetando la intimidad, privacidad, dignidad y confidencialidad de las mujeres” (*).
Gracias al cambio que se ha generado en estos últimos tiempos en la atención al parto, a la dedicación y esmero que se puso por parte de los profesionales de la salud vinculados con el nacimiento, podemos decir con orgullo que las cosas han cambiado para mejor. Un ejemplo muy claro es la posibilidad que se le brinda hoy a la embarazada de vivir su trabajo de parto junto a un acompañante que ella elija. Si bien hay muchas cosas para mejorar siempre es mejor mirar la mitad del vaso lleno, sin dejar de preocuparnos por lo que nos queda por llenar.
Este derecho que se había perdido desde el momento en el que el parto se institucionalizó está cobrando mucha importancia debido a que ha demostrado los innumerables beneficios que aporta a la parturienta en el momento del trabajo de parto y parto, inclusive en el posparto y lactancia.
Es la embarazada quien tiene que luchar por el cumplimiento de sus derechos y no dejarse llevar por el fanatismo de una corriente sin tener los conocimientos necesarios. El mejor equilibrio se logra llegando a un acuerdo desde ambos lados de la relación profesional-paciente.
En Villa María es coherente que una embarazada luche por estar acompañada durante el parto y trabajo de parto, pero no es lógico que la parturienta se encapriche con tener un parto en el agua (por ejemplo) cuando las instituciones no están preparadas para asistirlo. No sería justo tomar decisiones que comprometan a la integridad, bienestar del bebé o de la madre.
Para tomar decisiones sobre tu parto tienes que saber cómo se maneja tu obstetra, cuáles son las condiciones y posibilidades que te ofrece la clínica en la que vivirás el nacimiento de tu hijo y cuáles son tus condiciones físicas y psicológicas para afrontar tal decisión.
Es primordial el diálogo con quien te atiende durante el embarazo, tienes que contarle tus miedos y tus deseos.
“Cuando la embarazada toma partido en las decisiones saludables sobre el nacimiento y parto está dejando de lado el modelo paternalista de relación médico-paciente para adoptar un rol diferente formando una relación de alianza, consenso y responsabilidad compartida” (*). Para esto deberá cooperar y participar de forma activa con conocimientos adquiridos responsablemente de fuentes confiables (médicos y profesionales de la salud abocados al nacimiento).
Recuerda que tu obstetra siempre estará actuando para tu bien y el de tu bebé. Si tienes dudas al respecto no existe una confianza absoluta y este sentimiento de duda te va a jugar en contra en el momento del parto. Frente a esta situación te recomendaría cambiar de médico. En un momento límite no puede haber entrega si no existe confianza. Tu cooperación es primordial en el momento del parto.
Disfrutar del nacimiento del bebé no queda sujeto a un parto vaginal a cualquier precio; queda sujeto a un bebé y a una mamá sanos para afrontar esta nueva vida después del nacimiento.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller de Gestación
(*) Párrafos extraídos del libro "Estrategias de atención al parto normal", Ministerio de Sanidad y Consumo, España
@ Buzón de sugerencias
Los papás que lo deseen pueden escribir a la dirección de correo electrónico vdga@arnet.com.ar para solicitar que en este Espacio para embarazadas se trate algún tema de su interés o para evacuar alguna duda que les queda de los temas publicados.
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