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“Lo que queda son los escritores”, subraya el disertante |
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El viernes por la noche, el escritor, periodista y guionista de historietas Juan Sasturain brindó una extensa y entretenida charla en el Rectorado de la UNVM.
Ante una nutrida concurrencia, el conductor del programa televisivo "Ver para leer" participó de un nuevo encuentro del programa Café Cultura Nación, organizado por la Secretaría de Cultura a nivel nacional con el apoyo local del grupo La Base, la UNVM, la UTN y la UP.
En la ocasión, hizo un rápido racconto de su carrera con anécdotas y reflexiones. Recordó cuando publicó su novela -por entrega- "Manual para perdedores" en un diario bancado mediante una "pura alquimia peronista, con plata de montoneros y de Saadi". También cuando fue echado de la facultad, siendo profesor de Literatura, "primero por la Triple A y luego por los milicos". Y cuando padeció un cólico hepático al momento en que Menem, a quien había votado, decretó los indultos. "Ahí me bajé del peronismo, aunque no quiera decir que no acompañe -de forma no partidaria- los proyectos progresistas actuales".
Del mismo modo reconoció su ligazón sentimental y profesional con la familia Brecchia: "Me di el gustazo de trabajar (en la historieta 'Perramus') con Alberto, el genio y maestro dibujante, que como todos los grandes argentinos era uruguayo. Confieso que empecé a trabajar con él porque en ese tiempo andaba con su hija Patricia. Al último duró más mi vínculo con el padre que con la hija", añadió jocoso el actual marido de Liliana Escliar, co-guionista de “Mujeres asesinas”.
Minutos antes de su presentación, Sasturain dialogó con EL DIARIO acerca de televisión y literatura.
- ¿Cree que "Ver para leer" hubiese sido posible en la década del noventa?
- No lo sé, además la idea fue de Claudio Villarroel (ex director de Telefe). Pero creo que la perdurabilidad del programa -que va por el cuarto año en canal de aire- puede tener que ver con cierto clima favorable.
- ¿A partir de ese proyecto surgió "Continuará" en Encuentro?
- En realidad, fue un ensamble entre las ganas que yo tenía de hacerlo y el canal que quería un programa de historietas. En los noventa había hecho algunos episodios del programa "DNI" con informes sobre Oesterlheld, Pratt, Salinas y Brecchia. Es fácil hacer algo con ese material porque es muy gráfico y lindo para mostrar. Hicimos 13 capítulos y ahora hacemos trece más desde setiembre. Además queremos realizar un ciclo aparte para el humor gráfico.
- ¿Cómo se las arregla para hablar sobre literatura cuando a veces hay rencillas entre escritores?
- Lo mejor en ese caso es convertirlo en un tema en vez de soslayarlo, lo mismo la actualidad. El programa es de divulgación y tiene que ser accesible, nunca falaz y respetuoso. Debe mostrar lo que hay, lo que tiene vigencia más allá de gustos personales.
- ¿Cree que ha implosionado las diferencias y cánones dentro de ese mundo?
- No, porque es una dialéctica que está en nuestra naturaleza. La tendencia de hacerse los espacios se hace a través de la intolerancia y los codazos o al menos es uno de los estilos. Nadie lo definió mejor que Borges cuando decía que se pasaba el tiempo discutiendo de estética y política y que la literatura vendría después. De todos modos, lo único que va quedando son los escritores, los autores, los que son capaces de dejar una literatura distinta. Ellos están más allá de las teorías, no pertenecen a escuelas.
- ¿Cuál es su parecer sobre la producción actual?
- Se escribe mucho y muy bien, aun en ámbitos sectarizados. Nuestra cuentística, por ejemplo, es muy fuerte, como la estadounidense y ahora además se puede editar con cierta accesibilidad; la tecnología lo permite. De todos modos, esperemos que salga la Ley del Libro porque siguen siendo caros y bastante feos, aunque han mejorado en los últimos años.
- ¿Qué consejos daría para quien desee publicar?
- Ojo que una cosa es escribir y otra es publicar. Publicar lo hace cualquiera. Gelman escribió en su poema 'Gotán': 'yo nunca escribí libros'. Porque el libro es la consecuencia. El que está empezando a escribir y al día siguiente va a registrar el título para que no le afanen la idea, es un nabo. O se preocupa por quién lo va a editar, ese nunca va a escribir. Ahora, tampoco hay que mandarlos a hacer otra cosa. No hay que ser fundamentalistas o irse contra los best sellers. Eso es una estupidez.
Por último, Sasturain, autor de "La patria transpirada" y "El día del arquero", entre otros, y ex editor de Deportes de Página/12, pidió no hablar del affair Maradona-Bilardo. "Mejor hablemos de fútbol", dijo antes de irse y la dejó picando.
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