El pasado viernes visitó el Museo Don Iris de esta ciudad Oscar Cabalén (hijo), quien entregó importantes objetos personales de su padre para la colección de reliquias de ese lugar.
Alberto Fenoglio (propietario del Museo) recibió dos cuadros grandes en los cuales se puede observar a Cabalén en lo que fue su última victoria en el TC en la Vuelta de Córdoba desarrollada en la ciudad de Oncativo, el casco con la que corrió aquella carrera, y una copa que obtuvo por el tercer puesto obtenido en el año 1953 en la carrera Panamericana (México), donde ganara 4 etapas, con el Ford que lucía el número 312.
Todos estos objetos pueden se apreciados por los amantes de los deportes mecánicos en el Museo ubicado en la Avenida Presidente Perón 1323.
El hijo del recordado piloto, ante todos los presentes, contó varias anécdotas pero la que causó más impacto fue la siguiente: “Mi padre tenía por costumbre ir a probar los autos de competición en cerro Pan de Azúcar. En ese trazado hasta la actualidad tiene el récord, pero alguno de los secretos era (y esto fue testimoniado por personas que lo solían acompañar) que había un lugar donde él hacía un corte del camino, saltando y acortando el trazado, pero con el riesgo de hacerlo en un lugar donde el salto debía ser perfecto para no caerse al precipicio. La tenía tan estudiada a esa alternativa que para él no significaba ningún riesgo, Ese era uno de los secretos para transitar en ese lugar”, Todos los que estaban en el Museo se sorprendieron por el dato del hijo de esa gloria del TC.
Entre anécdotas de su padre el ilustre visitante Oscar Cabalén (hijo) manifestó a EL DIARIO “agradezco a la gente que me vino a recibir, quiero felicitar a las autoridades del Museo porque me parece bárbaro, además es un orgullo para la ciudad ya que hay pocos en el país y Villa María lo tiene: “Por otra parte llevar el apellido Cabalén tiene un aditamento especial y recibo a diario muestras de cariño de todos los que conocieron a mi padre”.
A su turno Alberto Fenoglio dijo “estamos contento por los objetos personales traídos por un integrante de la familia Cabalén, de esta manera seguimos sumando elementos de la historia del automovilismo, para que puedan se observados por todos los aficionados de nuestra ciudad y la región que se lleguen a visitar el Museo”.