Una familia de barrio Lamadrid vivió, el pasado domingo, momentos de intenso pánico tras ser atacados en su domicilio por un feroz pitbull.
“Estaba en el patio juntando leña para el asado mientras mi hija jugaba con su mascota cuando de repente, un perro saltó desde una casa vecina, pasó corriendo rápidamente entre nosotros y atacó a la perrita”, relató Pablo Torra a EL DIARIO.
Advirtiendo la peligrosidad y ferocidad del animal, Pablo tomó entre sus brazos a su hija y trepó a una de las tapias de su casa para ponerse a resguardo. Desde allí y a los gritos comenzó a pedir socorro.
La tensa situación alcanzó su máximo punto cuando la esposa de Torra, accedió al patio sosteniendo a su bebé de dos meses.
“Le grité que, de inmediato, entrara en la casa, cerrara todas las puertas y ventanas y que llamara a la Policía”, agregó Pablo.
En tanto, el furibundo ejemplar canino, luego de maltratar gravemente a la mascota de la casa comenzó a intentar acceder a la vivienda, embistiendo las aberturas del lugar.
En el momento de más dramatismo, representantes de la Departamental llegaron hasta el domicilio de Corrientes al 1700, haciéndose eco del llamado de auxilio de los Torra.
Por su parte el animal, que franqueó una de las paredes del inmueble para invadir el patio y atacar a los moradores, no se amilanó ante la presencia de los uniformados y con fiereza les cerró el paso hacia el espacio desde donde atacaba.
Para reducir al irascible pitbull, seis policías con sogas, desde una puerta enrejada y luego de veinte minutos de lucha, pudieron enlazar al animal y paulatinamente quitarle movilidad.
Completamente maniatado y con un bozal improvisado por los agentes policiales, el violento perro pudo ser inmovilizado totalmente. Posteriormente fue entregado en guarda a un veterinario que fue convocado por los funcionarios del orden.
“El pitbull estuvo muy cerca de dañarnos, sobre todo a mi hija que en el momento del ataque estaba junto a su perrita”, resaltó el infortunado frentista que radicó una exposición policial.
“Quiero la seguridad de los míos y de todos los que tienen su hogar por acá. No se puede convivir en cercanías de un animal que reacciona de semejante modo”, expresó para concluir Pablo al tiempo que pidió que las autoridades citen a los propietarios del can y les adviertan sobre los riesgos que su tenencia representa para los demás habitantes de sector barrial.