Eran las 7.40 de la víspera cuando Diego Bogliotti llegó, como todos los días, a su local comercial ubicado en el 533 de la calle 16 de la localidad de Chazón.
Se trata de una regalería y venta de artículos fotográficos.
Lo primero que encontró fue que el vidrio de la puerta principal del negocio había sido destrozado.
Seguramente imaginó con lo que se podría encontrar en el interior del local que había abandonado la noche antes, alrededor de las 21.30.
Y sus temores se cumplieron cuando entró en la habitación que utiliza como depósito. Allí, comprobó que los ladrones habían sustraído una caja de plástico en la que Bogliotti guardaba dinero en efectivo. Alrededor de cuatro mil pesos.
Sin embargo, el comerciante tuvo aún otra desagradable sorpresa que no había figurado en su imaginación. Dentro de una bolsa de plástico encontró un trozo de bloque de cemento y una breve nota que le causó gran preocupación: “Van a pagar caro lo que me hicieron”.

La investigación

La Policía ahora trabaja en la investigación del hecho, con las pistas que recolectaron en el comercio donde ocurrió el episodio y algunos datos aportados por el propio Bogliotti.
No obstante, no trascendieron demasiados datos que indiquen el rumbo exacto que ha tomado la investigación.
Los pesquisas trabajan por ahora en silencio.