Pablo Torra, integrante de la familia de barrio Lamadrid que el pasado domingo vivió momentos dramáticos tras ser atacados en su domicilio por un perro, informó que el animal regresó al domicilio de sus propietarios como si nada hubiera pasado.
“En la edición de hoy (por ayer) leímos que el perro había sido llevado por los uniformados a una veterinaria, pero lo cierto es que está nuevamente en la vivienda desde donde vino a la nuestra”, explicó anoche Torra a uno de nuestros periodistas.

Junta firmas

El hombre informó además que está juntando firmas entre los vecinos de su barriada para que el perro sea trasladado.
Torra estaba en el patio de su vivienda juntando leña para el asado mientras su hija jugaba con su perrita, cuando de repente el perro agresor saltó desde una vivienda vecina, pasó corriendo rápidamente entre integrantes de la familia y atacó a la mascota, según el relato inicial realizado por Pablo a EL DIARIO.
Advirtiendo la peligrosidad del hecho, el hombre tomó entre sus brazos a su hija y trepó a una de las tapias de su casa para ponerse a resguardo.
Desde allí y a los gritos comenzó a pedir socorro.
El perro fue señalado inicialmente como perteneciente a la raza pitbull, luego una vecina se comunicó con nuestra Redacción para señalar también en nuestra edición de ayer que se trataba de un “bull terrier”.
Pero según pudo saber este medio más tarde, la raza que existe es el pitbull terrier. Más allá del nombre, las características anatómicas del animal hacen que la Ley 9.685 lo consideren peligroso.
Y no sólo su musculatura o sus mandíbulas pueden hablar de un perro “complicado”, sino también su carácter, ser más o menos irascible, condición que adquiere aparentemente en situaciones de maltrato o mala alimentación.