“Me preocupa que Villa María esté generando un espacio para una empresa que no ha tenido cabida en otros lugares. No sólo le estamos abriendo las puertas a Innviron sino que el intendente (Eduardo Accastello) se ha puesto la camiseta de la empresa.”
La expresión pertenece al precandidato a intendente de la Unión Cívica Radical, Gustavo Bustamante.
El dirigente consideró que “lo que pasó en Córdoba (por la caída de la preadjudicación a la firma estadounidense para el tratamiento de la basura) no puede caer en saco roto”.
En diálogo con EL DIARIO, y después de las declaraciones de las autoridades municipales insistiendo con seguir adelante con el proyecto que traerá a la ciudad la basura de la mayoría de las localidades que integran el Eninder, el hombre del radicalismo planteó que “el oficialismo en Villa María está yendo a contramano de lo que marca el deber de los hombres de Estado”.
“El oficialismo parece más preocupado en erigirse en abogado de la empresa norteamericana que en defensor de los derechos de los villamarienses (principalmente el derecho a debatir sobre nuestro futuro).”
Mientras ya se dio a conocer que aumentarán la inversión prometida en la ciudad, Bustamante destacó que “esto debe preocuparnos aún más”.
“A la luz del lapidario resultado que tuvo la investigación llevada a cabo por la Municipalidad de Córdoba sobre las capacidades de esta empresa para cumplir con lo que promete, nosotros debemos profundizar sobre qué tipo de tratamientos se llevan adelante en otras comunidades que tienen en marcha políticas serias en este tema.”
Para fundamentar sus palabras, dio como ejemplo a la Municipalidad de Rosario.
“Allí se acaba de poner en marcha una planta que emplea a 80 personas y permite tratar 250 toneladas de basura por día (tres veces más de la que produce nuestra ciudad) a un costo de 9 millones de pesos (veinte veces menos de lo que cuesta la planta de Innviron), haciendo foco en el recupero de materiales para el reciclado y como parte de un proyecto integral que apunta hacia la ‘basura cero’.
El proyecto Innviron, tal como está planteado en Villa María, no sólo no representa el futuro sino que atrasa 50 años, desde el punto de vista conceptual, en las formas de tratamiento de los residuos.”
Seguidamente, expresó que en la actualidad “todo el mundo habla de reducir las cantidades de basura, separar y recuperar. En cambio acá tendríamos que tirar lo que más se pueda dado que hay que cumplir con el contrato mediante el cual se debe asegurar a la empresa la provisión de materia prima, es decir, basura.
La incineración no se toma como proyecto potable de tratamiento de residuos urbanos desde los '60; salvo que medien condiciones especiales del entorno que hagan de la reducción volumétrica una necesidad imperiosa como en el caso de Japón que incinera, pero sólo el 6% de los residuos que produce.”
Para Bustamante, y su grupo, “es necesario que de manera inmediata se anule el convenio con esta empresa”.
“Nos tenemos que sentar a discutir seriamente qué tipo de proyecto es el más adecuado para llevar adelante. Se deben escuchar todas las alternativas y se deben arbitrar los medios para que sean aquellos que más conocen del tema los que puedan ser parte de la decisión.
En Villa María, no sólo los residuos merecen ser tratados de otra manera, es hora que el Gobierno municipal entienda que la ciudadanía también necesita otro tipo de tratamiento por parte de sus representantes”, concluyó.