"No es así... yo fui obligada por los policías a mentir. Esa noche Sebastián estaba conmigo; fuimos al quiosco y después nos acostamos a dormir. El se levantó al otro día como a las 12 y se fue, y a eso de las tres de la tarde mi mamá me avisó que lo habían detenido."
La frase pertenece a Verónica Antonella Barrios, la concubina de Sebastián Fernández, el joven que está acusado de haberle disparado al fiscal Francisco Márquez aquella madrugada del 2 de abril de 2008.
De esa manera, Barrios desestimó ayer la declaración que ella misma había prestado en la Fiscalía de Instrucción la tarde del 30 de setiembre de aquel año. Sin embargo, su excusa quedó envuelta por un manto de dudas, sobre todo cuando los policías a los que acusó de haberla presionado, la hicieron trastabillar en sendos careos.
Para que quede más claro, al comparecer ante la secretaria Silvia Maldonado, la testigo declaró que la noche previa al atentado contra la vida del fiscal de Cámara llegaron a su casa el "Mellizo" Sebastián Pereyra y el "Ñoqui" Claudio Sergio Paul Márquez, este último portando un arma en la cintura.
Una declaración comprometedora
"Se fueron en un remise a eso de las 9 de la noche y dijeron que se iban a la casa de Quevedo, un primo de Sebastián", declaró entonces la joven Barrios al deponer en la Fiscalía a cargo de Félix Martínez.
Fernández regresó como a las 5 de la madrugada. Ella estaba durmiendo, y se despertó. "Tenía toda la ropa mojada, pegada al cuerpo. Estaba muy drogado, más que otras veces. Me dijo que tenía que tirar el arma en la laguna (que está detrás del barrio Botta) porque se había mandado una cagada en Villa Nueva, y que iba a tener que irse de Villa María por algún tiempo", añadió Barrios.
Pero al comparecer en la víspera, la concubina de Fernández -con quien tiene una hija de corta edad- afirmó que aquella declaración la había realizado "presionada por los policías Rivero, Lazarte y Lozano", miembros de la División Investigaciones.
"Lo que querían"
"Ellos me decían que me iban a quitar la nena si yo no declaraba lo que querían", agregó. También dijo que estuvo en la sede policial más de tres horas y que después la llevaron a la Fiscalía, donde permaneció hasta las 21.
No obstante, la coartada de Barrios comenzó a sonar dudosa cuando dos de los investigadores aludidos expusieron en la sala de audiencias y sus dichos coincidieron con el contenido de aquella declaración, formulada ante una funcionaria judicial y con todas las garantías constitucionales que la ley exige.
Es más: por su condición de concubina de uno de los imputados, la joven bien podría haberse abstenido de declarar, porque así se lo acuerda la legislación vigente. Sin embargo, Barrios compareció ampliamente ante la secretaria Maldonado.
La investigación
Ayer también declararon el oficial inspector Leonardo Rivero y el cabo Alberto Lozano, quienes se entrevistaron con Barrios aquel último día de setiembre de 2008. En rigor de verdad, la joven sólo accedió a contarle lo que sabía a Lozano, por lo que Rivero no participó de la charla.
Luego de unos 40 minutos, el cabo le informó a su superior lo que la concubina de Fernández le había dicho y de inmediato la trasladaron a la Fiscalía, donde prestó la declaración antes referida.
Tanto Rivero como Lozano, cada uno a su turno, relataron los hechos de manera coincidente al exponer ayer en la Cámara del Crimen. Pero como Barrios había argumentado que ellos la habían presionado, sobre el final de la jornada se realizaron dos careos entre los efectivos policiales y la testigo.
Frente a frente
Primero se enfrentaron Barrios y Lozano, y los dos se mantuvieron en sus dichos. El joven policía ratificó lo que ella le había dicho en esa charla, y que luego la propia Barrios declaró en la Fiscalía. En cambio, la concubina de Fernández reiteró que había declarado presionada por ambos funcionarios, aunque esta vez su discurso fue muy poco convincente.
El debate se puso más "caliente" cuando la compañera de Fernández debió enfrentar a Rivero. "Me parece que la que está mintiendo sos vos", le espetó el oficial inspector luego que Barrios dijera que la habían presionado para que declarara en contra de su pareja.
"Ustedes utilizan esas artimañas (decir que reciben presiones al momento de declarar) para ensuciar a la Policía", enfatizó Rivero. Y fue más allá: "Es común que digan que nosotros los amenazamos y los apretamos".
"¡Es mentira... mentira!", respondió Barrios a viva voz, y agregó: "Vos tenías todo planeado".
Tensión y llanto
A medida que subía el tono de la discusión, el clima en la sala se iba poniendo tenso. Y el punto culminante se produjo cuando Barrios le recriminó que la habían llevado a la Comisaría en momentos que ella se encontraba con su pequeña hija.
"Yo estaba con la nena y ustedes me llevaron", reclamó la joven.
"¿Qué nena?", le preguntó Rivero. Y casi gritándole, Barrios le contestó: "¡Con mi hija... qué nena va a ser!".
Fue entonces cuando, en forma intempestiva, Sebastián Fernández exclamó: "¡Y mía también, loca! ¿eh?"
De inmediato, su defensor, el abogado Juan Rusconi, le recriminó su actitud y le dijo que no tenía nada que decir, al tiempo que dos de los cuatro agentes del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) que había en la sala se acercaron al detenido para evitar que el incidente pasara a mayores.
Si bien la expresión apuntaba a lo que acababa de decir su concubina, el acusado "clavó" su mirada en Rivero y su rostro se desencajó notoriamente. Desde ese momento y hasta que el policía dejó la sala, Fernández no le sacó los ojos de encima.
Por su parte, Barrios salió del recinto con lágrimas en los ojos y fue consolada por su madre, que estaba sentada entre el público asistente.
Una vez más, el dispositivo de seguridad organizado por el ayudante mayor Walter Hinny, del SPC, y el suboficial Jesús Sánchez, efectivo de la Unidad Departamental adscripto en Tribunales, evitó que se produjeran desmanes.
Sobre la niña...
Con respecto a la supuesta presencia de la hija de la pareja, mientras Barrios afirmó que la chiquita tuvo que pasar "un montón de horas en la Policía y en Tribunales ese día", los policías dijeron no recordar que la joven hubiese estado acompañada.
Ante esta circunstancia, se requirió la presencia en la sala de la secretaria Maldonado para que precisara si, al momento de tomarle declaración, Barrios había concurrido con una niña de corta edad. La funcionaria de la Fiscalía lamentó no poder aportar ese detalle porque dijo no acordarse de ese detalle.
Por otra parte, cabe señalar que también testimonió en la víspera el médico Omar Raimondo, quien vive a no más de 50 metros de la casa del fiscal Márquez, en barrio Villa Oeste de Villa Nueva.
El facultativo dijo que la noche del atentado estaba viendo televisión y escuchó dos disparos de arma de fuego alrededor de las 2 de la madrugada, aunque se enteró del hecho recién al día siguiente.
Continúa el 17
La cuarta audiencia concluyó pasadas las 13.30, luego que el juez René Gandarillas informara a las partes que el debate iba a reanudarse el martes 17 del corriente, a las 9 de la mañana.
Tal como lo informó EL DIARIO en su edición de la víspera, hoy no habrá audiencia porque el defensor del "Ñoqui" Márquez, el abogado villanovense Jorge Bustos, tiene que atender otro compromiso procesal.
De igual modo, toda la semana venidera la sala del quinto piso será escenario de un juicio correccional, por lo que el fiscal Horacio Vázquez solicitó que se postergue para más adelante la continuidad de la "causa Márquez".
De todos modos, las partes acordaron juntarse en los próximos días para definir qué testimonios se receptarán en la sala y cuáles se incorporarán por su lectura para evitar que el juicio se extienda más allá del viernes 20 de agosto.
Descripción de las fotografías
1) Verónica Barrios salió llorando de la sala. Atrás había quedado una tensa jornada, durante la cual se empecinó en sostener que cuando declaró en la Fiscalía lo había hecho bajo presión
2) "Me parece que la que está mintiendo sos vos", le dijo el oficial Rivero a la concubina de Fernández durante el tenso careo que protagonizaron sobre el final de la audiencia de ayer
3) El oficial principal Leonardo Rivero estuvo a cargo de la investigación del atentado al fiscal Márquez y ayer declaró detalladamente sobre el particular
4) El fiscal Vázquez le exhibe a la concubina de Fernández la declaración que prestó en Tribunales el 30 de setiembre de 2008. La joven reconoció su firma
5) Lozano y Barrios, frente a frente. Los dos se mantuvieron en sus dichos y el careo entre ambos no aportó demasiado. Momentos antes, el joven policía había declarado con firmeza y convicción
6) La secretaria Silvia Maldonado fue citada para que aclarara una duda. Ella fue quien le receptó testimonio a Barrios
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