Señor director:
Durante los últimos días hemos asistido con estupor a la noticia, transmitida por los medios de comunicación masiva, de la solución que en Neuquén las autoridades locales se proponían dar a la aparición de dos casos de leptospirosis con el consiguiente peligro de contagio a otras personas.
Dicha solución consistía en la eliminación de nada menos que 1.100 perros callejeros -canes más canes menos- aunque después y de repente esa cifra se bajara a 285 que ya habían sido capturados.
Pero ¿qué es la leptospirosis? Consultada la enciclopedia Wikipedia nos da los siguientes datos:
En medicina humana y veterinaria, la leptospirosis es una enfermedad febril transmitida por la Leptospira interrogans, una bacteria del orden Spirochaetales, de la familia Leptospiraceae, que afecta a diversos animales, incluyendo mamíferos, aves, anfibios, y reptiles.
... De esta bacteria hay varios tipos, descubiertos por pruebas de aglutinación (una serie de muestras sanguíneas) y hay dos principales: las que sólo infectan a los animales domésticos y no se transmite al hombre, enfermedad que es combatida mediante la vacunación. Y la que se transmite entre las ratas y éstas a su vez la transmiten al hombre, siendo los humanos huéspedes accidentales. La eliminación aquí pasa por exterminar las ratas, impidiendo así la infección al ser humano.
¿Quiere decir esto que los perros no la transmiten? No es así. La pueden transmitir, pero el circuito comienza con las malas condiciones de higiene, como por ejemplo la acumulación de basura, que atrae a las ratas y así comienza el ciclo de contagio.
Lo que sí parece querer decir, es que no dejando que existan esas malas condiciones que, para colmo, afectan a trabajadores que deben desarrollar sus tareas en esa clase de ámbito (los más desprotegidos económica y socialmente), se evitaría totalmente la enfermedad.
El caso de Neuquén sigue el patrón clásico de pobreza, desidia y descuido de la salud de la población.
Esta es la noticia tal como apareció en el diario La Mañana de Neuquén:
“Dos hermanos mayores de edad que trabajaban en un criadero de cerdos en Colonia Nueva Esperanza, fueron oportunamente diagnosticados y tratados luego de permanecer en grave estado de salud, en el que se temió por la vida de uno de ellos...
`Las condiciones ambientales son determinantes es estos casos. El cerdo eliminó la orina en una laguna donde tomó contacto no sólo con el resto del ganado sino con el humano. Con el simple contacto directo con el agua, la bacteria atraviesa la piel sana, pasa al torrente sanguíneo y se contagia´, explicaba un facultativo
A partir del brote de leptospirosis humana, se hizo un relevamiento de muestras de sangre de los animales del predio (cinco cerdos adultos y cuatro perros) y se las remitió al Centro Nacional de Referencia.
Ante los resultados positivos, se determinó la faena sanitaria de los cerdos, el saneamiento y la desratización del lugar y la entrega de los perros a la Dirección de Zoonosis y Vectores.
Los crianceros viven en condiciones precarias, sin servicios básicos y en un predio donde abunda la basura, la suciedad y las ratas. `Por ende, existe el riesgo de que otras personas se enfermen debido a las condiciones desfavorables y al contacto con cerdos y perros enfermos. Las acciones de saneamiento del medio ambiente, de secado de las lagunas, la desratización son de carácter vital para evitar nuevos brotes´, agregó el especialista”.
Lo que sigue tiene que ver con declaraciones de una proteccionista de esa ciudad:
“...En relación a estas políticas, Morán denunció que las autoridades neuquinas nunca llevaron adelante un plan responsable que promueva un freno en la transmisión de enfermedades zoonóticas, como la leptospirosis.
`Estas son políticas selectivas´, denunció Morán. La leptospirosis se contagia por la orina de las ratas y cualquier animal de sangre caliente se la puede trasmitir al hombre. Esta medida no tiene sentido´, argumentó.
`Un plan de esterilización bien aplicado tiene enormes ventajas sobre este tipo de enfermedades por una simple cuestión matemática: si hay menos animales, hay menos posibilidades de contagio. Además, hay muchas enfermedades zoonóticas que los animales esterilizados directamente no contagian´, agregó”.
O sea, que en lugar de haber implementado un trabajo serio de prevención las autoridades comenzaron por la cola para después seguir con el resto del caballo, dejando para el final la cabeza y, mientras tanto, y como para ir haciendo algo, iban a matar a 1.100 animales inocentes.
Una reflexión final. La Asociación Protectora de Animales de nuestra ciudad, así también como personas particulares entre las que me cuento, hemos alertado repetidamente sobre la inconveniencia de tener un albergue para perros en el medio de un basural donde es muy posible que abunden los roedores.
Ahora, si se encuentra que esos animales sufren la enfermedad, ¿decidirán sacrificarlos?
Si es así, es probable que nadie se entere, ya que el predio está vedado a los ciudadanos villamarienses, a los que nos preocupa tanto la salud de la población humana como la suerte de la población canina, que no son cosas excluyentes.
Magister María T. Magi de Quevedo
DNI 6315188
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