Una de las prácticas más generalizadas dentro del paquete tecnológico recomendado para obtener altos rendimientos en el maíz, es el uso de tratamientos biológicos en las semillas para cultivos extensivos de nuestro país, que son muchos.
En pocos años la inoculación de semillas de gramíneas como maíz, trigo o sorgo ha crecido tanto en aceptación como en alternativas comerciales disponibles.
Los asesores y productores agrícolas han comenzado a familiarizarse con términos como biofertilizantes y promotores biológicos de crecimiento, ya que cada uno de ellos promete ofrecer mejoras en los rendimientos de los cultivos por diferentes mecanismos y sumados a esta nueva tecnología se encuentran los microorganismos que componen los inoculantes y biofertilizantes.
Independientemente de cada mecanismo de acción específico de cada microorganismo, todos ellos sólo afectan a la planta en las primeras fases del crecimiento. Es decir, los incrementos en la producción de granos derivan de la mejora inducida durante la etapa de crecimiento vegetativo, especialmente cuando la disponibilidad de recursos se ve limitada por el stress hídrico o nutricional
Una sustancia elaborada
Un biofertilizante, es toda sustancia elaborada a partir de organismos vivos que aplicada sobre la semilla, planta o suelo, promueve el crecimiento vegetal por incremento en la cantidad o biodisponibilidad de nutrientes, es decir, es un inoculante elaborado con microorganismos cuya función más importante implica beneficios en la nutrición del cultivo.
Comercialmente, los organismos que representan este grupo son bacterias del género pseudomonas sp y hongos formadores de micorrizas y ambos promueven aumentos en la biodisponibilidad de fósforo del suelo para el cultivo.
Manejo de plagas en el cultivo de maíz
Es posible que se concrete para la próxima campaña la mayor intención de siembra de maíz y sorgo , por lo que es fundamental tomar las precauciones necesarias para evitar los daños producidos en la siembra y aquellos posteriores a la misma, realizando los monitoreos correspondientes luego de la implantación.
Los altos rindes en maíz obtenidos en los últimos años indican un buen manejo agronómico de los cultivos, en el cual la protección contra el ataque de insectos y patógenos y la disminución o eliminación de la competencia por malezas constituyó un aspecto relevante para la obtención de esos resultados.
Los objetivos deben fijarse en el conocimiento y actualización de prácticas de manejo integrado de las principales plagas del maíz, incluyendo las de aparición temprana, que inciden en el estado vegetativo del cultivo, y de aparición tardía que afectan las espigas o panojas.
En aquellas zonas de sequía frecuente y principalmente en siembras tardías, es fundamental contar con información local con el fin evitar dos especies de lepidópteros, el “barrenador menor”, cuya incidencia fue relevante en el sur de Córdoba y norte de La Pampa en la ultima campaña y “spodoptera frugiperda” especie que en la campaña anterior aumentó sus poblaciones.
Vilma Perrachione
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