Una mujer que poco antes había estacionado su moto (sin las medidas de seguridad) y el dueño de un taller resultaron damnificados el último fin de semana por el accionar de los ladrones, informó la Unidad Departamental.

Una moto

Uno de los hechos delictuosos se registró alrededor de las 20.30 del sábado pasado, cuando los cacos observaron que una mujer dejó su moto estacionada prácticamente “servida” para que se la lleven sin pedir permiso.
Esto es lo que le ocurrió a Daiana Merlos, quien estacionó su Honda Biz, roja, dominio 060 CFG, en José Ingenieros y Catamarca, pero sin las medidas de seguridad y con las llaves puestas en el tambor de la baulera.
Cuando la mujer retornó por su rodado, ya no lo encontró y sólo le quedó formalizar la denuncia de lo sucedido ante personal de la División Investigaciones de la Policía, quienes ahora procuran dar con la moto sustraída.

En un taller

Los delincuentes, por otro lado, pusieron en la mira un taller de chapa y pintura, al que ingresaron cuando el mismo se hallaba cerrado.
Se trata del taller de Rubén Romero, situado en la cuadra del 2200 de calle Tucumán, en barrio San Martín, de cuyo interior los ladrones sustrajeron baterías de varios rodados que se hallaban guardados en el lugar.
La denuncia fue formulada a las 10.45 de la víspera, cuando el damnificado se percató del robo, al tiempo que precisó que el taller quedó sin moradores desde la mañana del sábado, por lo que se desprende que el ilícito habría sido cometido durante la tarde o noche del sábado, o durante la madrugada de la víspera.
Las baterías que “se llevaron” los intrusos pertenecen a una pick up Peugeot y a un Fiat 147 que se encontraban en el lugar.