Con la recepción de los últimos testimonios, el juicio que se le sigue al transportista misionero Roberto Omar Potyliski por la muerte de un ciclista, ingresará en la etapa de definiciones, ya que es muy probable que las partes formulen hoy mismo los alegatos como paso previo al dictado de la sentencia.
No obstante, la resolución del proceso oral y público dependerá del tiempo que demanden las declaraciones que prestarán a partir de las 9 los tres testigos que restan comparecer, aunque la idea que prevalece es la de intentar llegar al veredicto en horas de la tarde.
Ayer, en tanto, declararon tres funcionarios policiales, dos peritos y un testigo presencial del accidente en el que perdió la vida Juan Barcelona, de 79 años, la mañana del 9 de enero de 2006, tras ser embestido y arrollado por un camión en la esquina de avenida Leandro N. Alem y bulevar Vélez Sarsfield.

Pericias oficiales

Por sus intervenciones funcionales en la causa, comparecieron los policías Eduardo Ernesto Agüero (fue el primer uniformado que llegó al lugar del hecho y el encargado de realizar el acta de inspección ocular), el planimetrista Jorge Peralta (efectuó el croquis con los datos del accidente e hizo un relevamiento sobre la posición de la bicicleta, las manchas y huellas que quedaron sobre el pavimento y las distancias entre ambos rodados, entre otros aspectos) y el perito verificador Jorge Díaz (hizo las inspecciones mecánicas del camión Scania y del semiremolque que tiraba, destacando que todo estaba en correcto estado de funcionamiento).
También declararon en la víspera el perito mecánico oficial Francisco Mateo, especializado en accidentología, quien al ser interrogado sobre la tarea técnica que realizó dijo que en el momento previo a girar en la citada esquina, el camión circulaba a unos dos metros por segundo, mientras que al producirse la colisión la velocidad era de 2,7 kilómetros por hora. Obviamente, la bicicleta en que se conducía Barcelona lo hacía a una velocidad inferior.
Por su parte, el médico policial Facundo Pérez expuso en relación al certificado médico que expidió sobre las lesiones sufridas por el malogrado septuagenario, además de haber labrado el acta de defunción.

Vio el accidente

En tanto, el testimonio del changarín Alejandro Alberto Castro coincidió con el que el lunes había prestado su compañero Héctor Oscar Rodríguez, ya que ambos presenciaron el trágico accidente porque estaban parados en la esquina.
Castro dijo que vio a Barcelona cuando salía de un taller ubicado a unos 20 metros y que iba por la mano derecha. Agregó que el camión circulaba por detrás de la bicicleta, y que al adelantar al ciclista y doblar, el Scania “chupó” a Barcelona y lo arrolló con las duales delanteras derechas del semiremolque.
Tanto él como Rodríguez le gritaron al camionero para que detuviera su marcha, ya que -al parecer- no se había percatado de lo sucedido.
El changarín relató que el chofer del Scania se bajó y sufrió un ataque de nervios al darse cuenta de lo que había ocurrido, a tal punto que se agarraba la cabeza con desesperación.
En un momento de su declaración, el testigo fue cuestionado por el defensor de Potyliski, el abogado Jorge Pippino, quien dijo que al llegar a Tribunales vio que Castro se encontró con la hija de Barcelona y que se saludaron con un beso.
A criterio del letrado, esa circunstancia implica un exceso de familiaridad que ponía en tela de juicio su testimonio. Sin embargo, Castro aclaró que había saludado a la mujer porque se había encontrado varias veces en el marco de la causa, al tiempo que resaltó que todo lo que había dicho era verdad.

Lo que queda

Si el tiempo lo permite, tras la recepción de los tres testimonios que restan escucharse, alegarán el fiscal en lo Correccional, Horacio Vázquez; el representante de la familia de la víctima, Enrique Sigifredo, y el ya mencionado abogado defensor de Potyliski.
En principio, la jueza Silvia Saslavsky de Camandone y las partes acordaron procurar concluir el proceso durante la presente jornada, y para ello estarían dispuestos a deliberar en horario vespertino.
No obstante, no se descarta que la definición del juicio quede para mañana, en cuyo caso estará concluyendo antes del mediodía.

Una nota de EL DIARIO presentada como prueba

El martes 10 de enero de 2006, es decir al día siguiente del trágico accidente, EL DIARIO publicó la noticia e incluyó algunas declaraciones formuladas por el camionero a poco de ocurido el hecho.
En aquella nota se destacó que Potyliski, muy nervioso y angustiado por lo que acababa de suceder, brindó a un periodista de este matutino su testimonio: “Hace 21 años que manejo camiones y jamás tuve un accidente. Nunca tuve un roce con autos ni infracciones, y ahora me ocurre esto.”
En aquella conversación, el transportista misionero explicó que antes de girar miró “por el espejo retrovisor (a la derecha) y no había nadie. Entonces, miré hacia el lugar donde venían los autos por el bulevar, porque allí siempre pasan en rojo y, como no vi nada, doblé”.
“Fue en ese momento que sentí un golpe y el tractor se levantó y cayó... y escuché que la gente me gritó. Puse el freno de mano y, cuando me bajé y miré al otro lado del camión, vi a la persona y la bicicleta debajo”, añadió el atribulado conductor.
Tras el patético relato, Potyliski sólo atinó a decir: “No saben lo mal que me siento... ya mismo voy a llamar para que me vengan a buscar. No quiero manejar, no quiero... me tiemblan las manos”.
Las expresiones periodísticas del chofer actualmente radicado en Brasil fueron incorporadas al expediente por la Querella, y en la audiencia de debate cobraron valor probatorio porque el acusado siempre hizo uso del derecho constitucional que le permite a todo imputado de un delito abstenerse de declarar.
En aquella nota, también incluyeron algunas fotografías tomadas minutos después del luctuoso episodio, incluso en el preciso momento en que Barcelona -aún con vida- era socorrido por una dotación de Bomberos que lo trasladó al Hospital, aunque falleció en el camino.