Ocho mujeres se juntan a tomar mate, conversan, se confían sus problemas y avatares al final del día mientras sus hijos juegan y corretean en otra sala de la misma casa.
Hasta aquí no difiere demasiado de la cotidianeidad de un grupo de amigas, salvo que se trata de un colectivo de madres dispuestas a emprender una cruzada por lo que más quieren en este mundo.
Sus hijos tienen capacidades diferentes y están a un paso de cumplir 21 años y finalizar la escolaridad, lo que significa que no podrán seguir asistiendo a la escuela donde se han formado desde muy pequeños. Curiosamente, estos chicos "viven esperando que empiecen las clases para estar con sus amigos", comentan las madres.
La disposición de graduación en la modalidad especial se incorporó con la última reforma educativa de la provincia. En 2006, el Instituto Especial del Rosario (a donde asisten los chicos aludidos en esta nota) se realizó la primera promoción.
"Cuando egresan estos chicos tienen la misma problemática de otros jóvenes que no pueden encontrar trabajo, pero más agravada por su situación. Por eso no queremos que sean discriminados, que tengan estabilidad laboral y autonomía personal como se lo merecen. En Villa María y Villa Nueva debe haber 200 jóvenes con estas necesidades", reseña a EL DIARIO Ester Peralta, conocida por todos como "tía Ester".
Ella no tiene hijos dentro del grupo pero se ha encargado de ser uno de los motores del emprendimiento desde temprano. En 2002 intentó hacer una convocatoria de padres para debatir esta situación. No tuvo respuestas. Años después se unió al incipiente Grupo de Padres Autoconvocados de Jóvenes Adultos con Capacidades Diferentes, el cual ahora está solicitando difusión en los medios locales.

@"Para la provincia no existen"

La intención es crear un taller protegido similar al taller Carlón (especializado en lavandería), dedicado a la fabricación de pastas y prepizzas. Hasta le han asignado un nombre de fantasía: "Arco Iris". El inconveniente principal es que todavía no han conseguido un espacio físico. En segundo lugar, para obtener subsidios, necesitan estar inscriptos como una asociación civil sin fines de lucro, pero deben especificar el lugar de trabajo.
"Necesitamos como mínimo un garaje con ciertas condiciones de salubridad. Aunque sea un lugar cedido o en comodato", explicaron. Los costos estimados para iniciar el emprendimiento (maquinarias, herramientas, insumos) oscilan entre los 50 mil y los 100 mil pesos.
Por otra parte, las madres comentan con cierto fastidio: "Es lamentable que estemos pidiendo esto por los medios, deberían existir alternativas por parte del Estado". Precisamente desde este año está trabajando el Consejo Asesor de la Discapacidad, dirigido por Mónica Lazos (secretaria de Desarrollo Humano) y Graciela Pérez de Blanch, donde asisten dos de las madres del grupo. Días atrás, se publicaba en este medio, que la Democracia Cristiana solicitaba la promoción de empleo para personas discapacitadas ante el cuerpo legislativo. De todos modos, las madres creen que para el Estado provincial "no existen los chicos con capacidades diferentes, porque no han realizado ninguna acción de inserción para interesarse en ellos".
Asimismo, precisaron que "en general no se difunde bien acerca de los beneficios que se le otorga a un empleador la incorporación de jóvenes con discapacidades, como una considerable exención de impuestos".
Para comunicarse con el grupo: María Inés de Villafañe (mamá de Alexis) 4520126. Ester Peralta 145185907. María Esther de Sánchez (mamá de Anahí) 4538374. Susana de Cassi (mamá de Eugenia) 4912490. Rosana Margaría (mamá de Brenda) 4526509. Graciela de Guzmán (mamá de Martín) 154144179. Además se encuentran: Rosaura Vedelago (mamá de Juan José), el abogado Eduardo Rigal y la contadora Claudia Sánchez. Correo: padresautoconvocados@hotmail.com.