La capacitación forma uno de los pilares fundamentales en los nuevos paradigmas de producción agropecuaria, como exigencia en los nuevos tiempos productivos, especialmente en el crecimiento vertical.
Las prácticas de manejo en vacunos, ya sean de tambo o de carne, tienen un gran impacto en la productividad y la capacitación del personal a cargo, forma parte de estas nuevas formas.
La Cooperativa Tambera de James Craik, conjuntamente a la filial local de la Federación Agraria Argentina y la cooperación técnica teórica del INTA Villa María, llevaron a cabo un Curso de Inseminación Artificial, en el que fue necesario poner cupos, por el interés que despertó el mismo.
EL DIARIO Rural estuvo presente en el cierre del curso y dialogamos con José Luis Volando, presidente de la Cooperativa de James Craik, y con algunos de los alumnos.
Manifestó Volando que "una de las necesidades que se evaluó en la zona, fue la de capacitar en inseminación a los tamberos y ayudantes, que son quienes están permanentemente con las vacas, las conocen, controlan los celos".
La gente del INTA tiene el “paquete” armado para poder dictar este curso, y la posibilidad de hacer prácticas en campo, fue muy beneficiosa para los participantes.
Llamó la atención la cantidad de jóvenes que se anotaron para este curso, para aprender a inseminar, y la mayoría son tamberos.

Un buen lugar

La Cooperativa puso a disposición las instalaciones y el tambo para que se realizaran las prácticas, además del incentivo de seguir con estos cursos de capacitación, donde el tambero entiende el tema del crecimiento que demanda la producción y el rol que juegan las buenas prácticas.
El precio de la leche hoy acompaña y eso estimula también a seguir trabajando en ese rubro y los asistentes, que están todos los días en el campo, pueden mejorar su calidad de trabajo en la calificación, que los jerarquiza de alguna manera, y por ende su calidad de vida.

Testimonios

Gonzalo Suárez Cuetos, ayudante de veterinario de Oliva, confesó que ya tenía práctica en inseminación y el curso le dio la parte teórica que refuerza los conocimientos. Indicó que le pareció "muy completo" el curso, porque "mas allá de lo teórico, se realizaron prácticas que permitieron sacar las dudas que hubieren y dar seguridad en los próximos trabajos".
Ramón Gómez, correntino que desde hace un año y medio está en la región, en un tambo de cuatro mil litros diarios, dijo a este Suplemento que le agrada "mucho saber que ya puede inseminar confiado, por el curso realizado" que le "fijó conocimientos", y aprendió "cosas que nunca había imaginado". Agregó que "eso refuerza las ganas de seguir adelante, porque es mucho el esfuerzo que se hace en el tambo, y aprender da expectativas de mejores ingresos, mejores trabajos, y mejores resultados, con las nuevas ideas que surgen".