El chofer Fabián Estarás sumó su voz al debate en torno a la actualidad del sistema de taxis en la ciudad, para remarcar que el mismo “es público”, por lo que a su criterio “el control debe estar en manos de la Municipalidad y no de los permisionarios, algunos de los cuales son auténticos empresarios, con seis, siete o más autos en la calle, pero que no conocen la responsabilidad propia de nuestra tarea ni los derechos que tenemos y entonces se empecinan en someternos”.
Estarás, quien dice ser el portavoz de muchos de sus pares, asegura que el camino a seguir para los trabajadores del sector es la agremiación, aunque marca diferencias “metodológicas” con la conducción del Sindicato de Peones de Taxis.
“No queremos discutir con ellos (el secretariado del gremio), porque vamos a terminar peleando entre nosotros, siendo que los responsables de que nos quedemos sin trabajo van a ser los permisionarios, quienes en la solicitada que publicaron el 10 de este mes en EL DIARIO acusan los gastos que tienen pero no las ganancias que obtienen gracias a nuestro trabajo”, expresó.
Chofer de taxis y remises en los últimos 19 años, Estarás aseguró que el vehículo que conduce actualmente “trabaja las 24 horas, porque somos dos los choferes, y en los últimos tres meses hicimos treinta mil kilómetros y sólo se cambiaron el aceite y las pastillas de freno…”.
“Nosotros sabemos cuánta plata surge de esta sencilla ecuación, como para que todavía pidan más aumento de tarifa y quieran que los acompañemos en el reclamo. Lo que parece que quisieran es manejar el sistema a su antojo, hacer las ordenanzas; pero este sistema es público y la Municipalidad y el Ministerio de Trabajo tienen que asumir responsabilidades en contra del trabajo en negro, en contra de la falta de días de descanso, lo mismo que la AFIP para hacer homologar las ticketeras como los sistemas de controladores fiscales de los negocios, para terminar con el verso y corroborar las ganancias de esta gente, que recupera todo en un año y vuelve a cambiar el vehículo”, abundó.
El chofer recordó que “hubo un momento en que éramos 700 trabajadores”, pero indicó que “las sucesivas crisis nos fundieron a muchos y nos obligaron a vender las carpetas a esta gente con más dinero, que ahora quiere más y más a costa nuestra”.
“Y siguen comprando licencias a 45 mil pesos, cuando está prohibida la venta. Las autoridades tienen que actuar, porque se están quedando con el sistema mientras nos someten porque, además, nos toca pagar la libreta sanitaria, el certificado de buena conducta, el libre de multa, el certificado de domicilio, el alta del permisionario y cuanta exigencia haya”, concluyó.