No hay dudas que, por “chapa”, Talleres se transformó en candidato al ascenso ni bien perdió la categoría. Sin embargo, en el torneo pasado, esa condición lo perjudicó y el equipo ilusionó hasta la fase final, donde no hizo pie y ni siquiera llegó a los partidos decisivos por el ascenso.
Esta vez, con el retorno de Héctor Arzubialde a la dirección técnica, la “T” prefiere mantener un perfil más bajo y laburar como nunca. No obstante, ganó la Copa Córdoba (donde participaron Racing, Instituto y Estudiantes de Río Cuarto) y nuevamente renovó la ilusión.
Sin algunos jugadores del proceso anterior, como el “Colorado” Federico Lussenhoff, el elenco cordobés sumó nueve refuerzos para esta temporada.
Los datos más importantes son los siguientes:
Director técnico: Héctor Arzubialde (nuevo, remplazó a Rebottaro).
Refuerzos: el arquero Federico Crivelli (Temperley), los defensores Gabriel Ruiz (de Gimnasia de Jujuy) y Walter Ribonetto (viene de ascender con Quilmes), los volantes Fabio Pieteres (San Martín de Tucumán), Mateo Martinelli (volvió desde Independiente Rivadavia de Mendoza), Emiliano Gianunzzio (ex Aldosivi), Ignacio Anívole (renovó el puesto) y Víctor Cejas (de Libertad de Sunchales), y el delantero Claudio Riaño (de Racing)
Probable formación: Crivelli; Ruiz, Ribonetto, Cosaro y Marín; Pieters, Gianunzzio, Navarro y Martinelli; Sacripanti y Aranda.
Objetivo: Ascender a la B Nacional.