La madre del coimputado Sebastián Alejandro Fernández y la hermana de su concubina fueron las dos últimas testigos que comparecieron en el juicio que se lleva adelante por el atentado contra la vida del fiscal Francisco Javier Márquez, acaecido en horas de la madrugada del 2 de abril de 2008.
Se trata de Elsa Isabel Delgado y de Jésica Elizabeth Barrios, quienes comparecieron a requerimiento del abogado de Fernández, Juan Antonio Rusconi.
Sobre el final de esta quinta audiencia de debate, el juez René Gandarillas y las partes acordaron un cuarto intermedio hasta mañana a las 9 para incorporar "por lectura" el resto de la prueba obrante en el expediente. Asimismo, el presidente del tribunal dispuso la jornada del viernes para escuchar los alegatos.
Si las conclusiones del fiscal y los defensores no se extienden en demasía, es probable que el mismo día difunda la sentencia, aunque no hay que descartar que el veredicto se postergue para el lunes. En ese caso, el fallo del camarista se conocerá al mediodía o durante las primeras horas de la tarde.
Al margen de las especulaciones sobre la resolución del caso, lo concreto es que el juicio que se les sigue a Fernández y a Claudio Sergio Paul Márquez, alias "Ñoqui", entró en etapa de definiciones.

Desmintió a otra testigo

Al declarar en la sala, Elsa "La Negra" Delgado negó ser amiga de la testigo Susana Beatriz Mercaú, quien durante la instrucción de la causa dijo que la madre de Fernández le había contado que su hijo estaba involucrado en el ataque al fiscal Márquez.
"No somos amigas y nunca conversé con ella", afirmó la mujer sobre la supuesta relación que mantenía con Mercaú, quien desde hace algunos meses se encuentra detenida en el penal de Bouwer en una causa por drogas que investiga el Juzgado Federal de Villa María.
Delgado admitió que conoce a Mercaú "del barrio, desde hace unos 10 años", para luego señalar que "era una especie de puntera que repartía bolsones" en el San Nicolás con la que nunca tuve problemas.
"Un día fui a buscar un bolsón de mercadería, pero no hablé con esa mujer", refirió la madre de Fernández, tras lo cual declaró que lo que sabe del atentado contra el fiscal Márquez "es lo que me enteré por lo que le contó Verónica", en alusión a la concubina de su hijo.
"En un principio, a mi me dijeron que Sebastián estaba detenido por un robo", continuó Delgado.
Finalmente, sostuvo que "nunca" le vio armas de fuego a su hijo y que no sabe "nada" de lo que pasó el día del hecho.

Qué había dicho Mercaú

Durante una entrevista que mantuvo con el fiscal el 12 de junio de 2008, en el despacho del jefe de Policía, Susana Mercaú le contó a Márquez que unos días antes Delgado había ido a su casa y le comentó: "¿Viste lo que hizo este hijo de puta?", en referencia al proceder de su hijo Sebastián, para luego agregar: "¡Le disparó al fiscal Márquez!".
En otra parte de aquella charla, que fue grabada con un teléfono celular, se escuchó que Mercaú le dijo al funcionario judicial que al arma utilizada en el atentado contra su vida "la tiraron a un pozo negro", aunque señaló que desconocía en qué vivienda había sido.
"Si miento, estoy mintiendo por boca de ella", se le escuchó decir también a la mujer.
A continuación se transcriben algunas otras expresiones formuladas por la mujer, contenidas en dicha grabación:
- "La Negra Delgado me dijo ‘¿viste el macanón que se mandó el Sebastián?... le fue a tirar unos tiros al fiscal Márquez’."
- "Usted disculpemé doctor, pero (la madre de Fernández) me dijo... ‘decí que ese viejo culiado no lo reconoció, ¡gracias a Dios!’."
- "Eso fue lo que ella (Delgado) me comentó."
- "No sé si el Sebastián es Fernández o Delgado de apellido."
- "Yo le averiguo todo lo que usted quiera, pero no quiero tener problemas con ellos (en alusión a la familia Fernández-Delgado), porque no tienen escrúpulos... y más como viven ellos."
- "Estos pendejos se drogan y se quitan las mujeres entre ellos."

Testigo final

Tras el comparendo de Delgado, declaró Jésica Elizabeth Barrios, hermana de la concubina de Fernández, Verónica Barrios.
La testigo dijo que un día en que las dos estaban juntas, a eso de las 14.30 llegó un auto blanco de la Policía, en el que iban los oficiales Lozano, Rivero y Lazarte. Que llamaron a su hermana y se pusieron a conversar.
Señaló también que "Verónica estaba con su hijita" (una niña de corta edad, cuyo padre es precisamente Fernández) y que después de unos minutos su hermana subió al coche y acompañó a los efectivos hasta la Comisaría.
Jésica Barrios agregó que cuando Verónica regresó, "como a las 9 de la noche, junto a la nena", le contó que "la habían tratado muy mal" en la sede policial de calle General Paz, aunque dijo no saber los motivos de aquel maltrato.
Al ser interrogada por el fiscal, la testigo dijo que no había escuchado la conversación que mantuvo su hermana con los policías, que Verónica tampoco le pidió que le buscara un abogado y que a los policías que mencionó los conoce "de vista" y "del barrio" donde ella está radicada.