El obispo de la Diócesis, Angel Rovai; el pastor Luis Pérez, de Villa María, y un pastor de Villa Nueva, realizaron un pedido común por los jubilados.
La concentración de pasivos fue convocada por María Ranciglio. La Catedral abrió las puertas y lentamente, bajo el sol de la tarde, los jubilados iban llegando a participar del pedido por el 82%, tal como decía el cartel que cada uno llevaba en el pecho.
Hubo dirigentes políticos, aunque se notó que no llegaron por movilización partidaria. Participó el ex intendente Miguel Angel Veglia, la concejala de Villa Nueva Sandra Bailone y el dirigente bancario Fernando Mosquera, además de representantes de instituciones intermedias, como Cáritas.
El primero en hacer uso de la palabra fue Luis Pérez, quien pidió a Dios para que ilumine a los gobernantes y especialmente para que la presidenta esté a favor de las miles de personas que se beneficiarían con el aumento en el haber jubilatorio.
Manzur, el pastor villanovense, hizo una oración similar indicando que el reclamo “es un derecho con el que no se puede disentir”.
Rovai, por su parte, remarcó que el “20% de la humanidad maneja el 80% de los recursos, dejando a la mayor parte de la población con lo que queda”.
Entiende que esto no cumple el principio bíblico en el que Dios deja todos los bienes de la tierra para todos los hombres que la habiten.
Al terminar la ceremonia, Rovai dialogó con la prensa en la que no dudó en apoyar el reclamo de los pasivos “porque yo mismo soy jubilado docente y gano 1.700 pesos. Si tuviera familia, no alcanzaría para vivir”.
Entiende que hay fondos para pagar el porcentaje que reclaman los pasivos, siempre y cuando “no se utilice para financiar Aerolíneas”. “Me da vergüenza decirlo, porque es puro sentido común, no se pueden hacer obras con la plata de los jubilados”, agregó.
Aclaró que su posición no lo lleva a estar “en contra de un gobierno en particular, porque los jubilados han sido relegados por décadas y por sucesivos gobiernos”. “Pero me gustaría que los partidos políticos, especialmente los que tienen como bandera la justicia social, sean justos en la distribución”, dijo.
“No nos vengan con el cuento de que hay menos pobres. Sabemos por datos de la Universidad Católica que el 40% de la población es pobre, lo que representa 14 millones bajo la línea de pobreza y cuatro millones de indigentes. Esta última cifra ha bajado un poco gracias a la Asignación Universal por Hijo, que consideramos una buena medida. Pero más allá de los datos de la Universidad vemos acá, en Villa María, cómo Cáritas se tiene que multiplicar para atender a los necesitados, que cada vez son más”, agregó.
Finalmente, habló sobre la democracia, deseando que se funde en la dignidad. “No podemos seguir pensando que la única manera de gobernar es comprando votos o haciendo propaganda con las necesidades de la gente. Los gobernantes son elegidos para que haya justicia. Tienen que cumplir ese mandato”, concluyó.


La mirada de los jóvenes

Escriben:

Antonella Rossetto y
Cliver Ciravegna (*)

En la actualidad vemos reflejada una problemática en la cual se ven involucradas personas que por su edad o servicios están jubiladas.
Hoy se celebró una misa pidiendo a Dios "que ayuden a nuestros gobernantes para que tengan la fuerza y sabiduría para actuar de la mejor manera".
Estas personas piden por un derecho que se tiene que cumplir, porque han entregado su vida al trabajo para sacar este país adelante y formar a los jóvenes de hoy.
En Villa María se puede apreciar la cantidad de personas jubiladas que con lo que cobran no les alcanza para satisfacer sus necesidades. De esta manera muchas personas tienen que recurrir a su familia para que los ayuden a salir adelante.

(*) Estudiantes de sexto año del Instituto del Rosario, pasantes en EL DIARIO