Para Rosa Fui hasta el lugar cien, doscientas veces, en treinta años. Dicen que el quiosco estaba allí desde mucho tiempo antes. Y Rosa me atendió siempre... Los caramelos Misky, los Media Hora, los Sugus, las patillas Trineo, las DRF, los bocaditos Holanda, los chupetines Tatín, las Tita, los alfajores de maicena... Los cuadernos Gloria, las gomas Dos Banderas, la 303 y la Bic... Las hojitas de afeitar y la Prestobarba... Las pilas Everready y las pilas de recuerdos. Y Rosa me atendió siempre. En la calle San Martín, a pasitos de Mendoza, al lado de Aguilera, frente a la cigarrería Alonso. Me hice grande y paso a paso seguí pasando por el quiosco. Hasta que ayer comprendí que a veces la historia mete un punto y aparte. Ayer encontré el quiosco cerrado, sin un cartelito que dijera "Cerrado". Ya no había mostrador ni vitrinas ni chicles Adams. Punto y aparte. Tal vez a nadie le importa porque chupaletas hay en todos lados. O tal vez importe a alguien que una puerta dulce se cerró a todos nosotros. Lo digo por si acaso... Chinato Garda
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