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Hace nueve meses, en esa misma obra, dos trabajadores sufrieron un accidente similar. Angustia y preocupación entre los trabajadores de la obra |
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Un obrero de la construcción perdió la vida ayer por la mañana como consecuencia de una descarga eléctrica de alto voltaje que le “atravesó el cuerpo, le secó la sangre y le detuvo el corazón”, dijo uno de los testigos que estaba trabajando en la obra ubicada en la esquina de Santa Fe y bulevar Italia.
La víctima fatal fue identificada como Javier Valdez, de 29 años, oriundo de la provincia del Chaco.
Hacía dos días que había entrado a trabajar allí, dijeron.
Más de 13 mil voltios
Eran pasadas las 10 de la mañana cuando Valdez estaba en el cuarto piso, cerca de la ventana (o de la abertura, sería más apropiado decir), subiendo a mano material metálico, según indicó una de las versiones.
Otra versión daba cuenta de que el hombre estaba haciendo palanca con una regla metálica.
En todo caso, el metal pasó muy cerca de los cables de alta tensión y se formó un arco voltaico. La descarga fue de más de 13 mil voltios. Con esa potencia indómita entró la muerte en el cuerpo del obrero chaqueño.
Los Bomberos llegaron a las 10.30 y lo encontraron tirado en el piso de la cuarta planta. No tenía signos vitales. Sin embargo, los servidores públicos comenzaron las tareas de reanimación al tiempo que llevaban al malogrado trabajador en ambulancia hasta el Hospital Regional Pasteur.
Riesgos y prevención
En ese centro de salud, los profesionales intentaron denodada pero infructuosamente, durante 40 minutos, volver a la vida a Valdez.
Las lesiones sufridas en la descarga fueron letales.
Desde el Cuartel de Bomberos insistieron en señalar que “los obreros deben tomar conciencia de los riesgos reales que se corren durante el trabajo. En este caso puntual conviene recordar y recalcar que cuando un elemento metálico pasa a 80 centímetros de distancia o menos, de un cable de alta tensión, siempre se forma un arco voltaico que es letal. Son 13.200 voltios. Si 220 voltios pueden matar a una persona, la cuenta que hay que sacar es fácil”, precisaron los efectivos.
En cualquier caso, el hombre no debería haber subido el material metálico por esa ventana, porque era riesgoso. Y la mejor manera de prevenir accidentes es no correr riesgos innecesarios.
Un antecedente, en el mismo lugar
El sábado 28 de noviembre de 2009 dos trabajadores de la construcción recibieron una violenta descarga eléctrica cuando trabajaban en una obra ubicada en la esquina de bulevar Italia y Santa Fe. La misma construcción, el mismo accidente.
En aquella oportunidad, Santos Cáceres (26) y Alberto Aquino (28), quienes desempeñaban tareas a 15 metros de altura y a unos 30 metros del cordón de la vereda, manipulaban piezas metálicas que se utilizan para encofrar y al pasar muy cerca del cable se produjo un arco voltaico que descargó la energía en el cuerpo de los trabajadores. Primero fueron llevados al Pasteur y luego, una vez estabilizados y bajo control, fueron derivados a Córdoba. En aquella oportunidad ambos trabajadores lograron restablecerse por lo que el accidente no tuvo saldo fatal.
Casi nueve meses después, Valdez no tuvo la misma suerte.
Un gimnasio se derrumbó en Buenos Aires. Parte de una obra se precipitó en Córdoba e hirió a una joven de Morrison. Ahora, esto. ¿Qué estamos construyendo?
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