De nuestra enviada.- Cada país de América Latina asume el problema de la violencia “intramuros”, es decir, la que sucede dentro de las paredes de un hogar y que en la mayoría de los casos tiene como víctima a los más vulnerables como son las mujeres y los niños.
En ese contexto, especialistas de Chile, Ecuador y Venezuela dieron su mirada sobre el problema común en toda la región.

Chile

La especialista chilena María Isabel Chalinas Saud, abordó la cuestión desde la relación, y no desde lo individual de la víctima. Cuando se produce un hecho de esta naturaleza “no se trata de un malo y un bueno, sino de una relación en la que ninguno es feliz”.
Es por eso que dieron pautas de cómo ayudar en el conflicto, abordando no sólo la protección de la víctima, sino incluyendo al agresor en el tratamiento.
Aclaró que estas consideraciones “no suspenden el juicio moral respecto del episodio”. Su ponencia se centró en un tema que es una queja generalizada de todos los integrantes de las instituciones que trabajan por el género: la retractación de la denuncia, o sea, la mujer que denuncia al marido y después se arrepiente.
“En estos tiempos, se ha judicializado toda la vida social. Todos los problemas se solucionan presentando una demanda y entonces nos preguntamos: ¿porqué no hay condena en estos casos? Y la respuesta es: por que ya no hay denuncia”.
Cuando una víctima se retracta “el sistema la culpa por no ser de pronto una super chica. Creemos que por el sólo hecho de denunciar, va a dejar de ser vulnerable, va a tener independencia económica, descartamos que no quiere más al padre de sus hijos y que ahora es una mujer fuerte que va a enfrentar a todos”, dijo.
“Es que el sistema se cree dueño de su conflicto y si fracasa, le hecha la culpa a la víctima”, agregó.
Finalmente, dijo que el abordaje tiene que incluir la posibilidad de que se retracte la denunciante, pero no por eso debe abandonar el tratamiento del problema.
El otro especialista chileno fue el doctor Elías Escaff Silva, quien también consideró la cuestión del agresor. “Entre los terapeutas, no paga bien trabajar con el victimario, pero hay que hacerlo, especialmente con jóvenes que agreden por primera vez”, dijo. Y mostró resultados de un estudio que arrojó resultados sorprendentes por la baja reincidencia, hasta en los casos de delitos sexuales, que son los más difíciles de revertir.

Venezuela

Por Venezuela, participó María Josefina Ferrer, quien destacó que las cifras mundiales ubican a América Latina como el continente más violento del globo.
“Si ponemos en una balanza las razones de estas actitudes violentas, vemos que el deterioro de la educación, con un alto nivel de deserción; más la pobreza, la falta de salud y vivienda, hacen que la respuesta que se elabore ante esas frustraciones sea la de la violencia”, dijo.
Al señalar la situación de su país, afirmó que en la última década mejoraron mucho los indicadores de pobreza extrema (del 25% en 1997 al 7% en 2007), sin embargo, los problemas de violencia de género están presentes como en el resto de América Latina.
“Mi país, hermoso por cierto, está dividido entre los que quieren profundizar la revolución y aquellos que buscan imponer su propio criterio de democracia. Mientras esas posturas se den en el nivel de confrontación actual, es difícil pensar en una política contra la violencia que abarque a todos los pobladores. Hay que construir consensos”, afirmó.

Ecuador

La especialista ecuatoriana, Guadalupe León, señaló que la legislación vigente en la mayoría de los países contempla las situaciones violentas y protege a las víctimas. “Esto se da porque hubo un proceso racional de incorporación de las mujeres a la vida pública, reconociendo sus capacidades.”
Sin embargo, entiende que ese cambio que se da en lo racional y tiene su reflejo en lo legal, aún no es parte del inconsciente colectivo, es decir, no está incorporado a la cultura de nuestros pueblos.
“La mayoría de los hombres puede votar a una mujer para un cargo importante pero no le parece bien hacerse cargo de los servicios domésticos”, ejemplificó.
Entiende que estamos viviendo una época de transición desde el patriarcado a la igualdad y como ha ocurrido en toda la historia, cada vez que se producen cambios, hay una tensión que busca el equilibrio.
“En este tiempo, el prototipo de mujer es la de la super mujer. La que estudia, trabaja, atiende los chicos y la casa”, dijo.
En ese contexto, la violencia proviene de alguien inseguro “que necesita inferiorizar al otro, anularle sus posibilidades, para sentir que es él quien manda”.
Finalmente, dijo que cuando se pregunta por qué le pega, hay detrás de ese interrogante una búsqueda de justificación a la violencia de género. “No se pega por ninguna razón. No hay razón en la conducta de la víctima que pueda llevar a la agresión. Se pega, para gobernar”, concluyó.

El programa de hoy

El Consejo Provincial de la Mujer, organizador del congreso, informó que para hoy se realizarán dos paneles. Uno será sobre políticas públicas y el otro, sobre la visibilización de la violencia hacia la mujer, desde donde se abordará especialmente la manera en que los medios abordan o banalizan la cuestión.

Patricia Gatti