Más importante que llegar es permanecer. Tal vez también sea más difícil. Lo cierto es que hoy, afortunadamente, podemos celebrar los 600 números de SEMILLERO, lo que llamamos, con orgullo, un clásico hecho papel del fútbol infantil.
Y permanecemos, recordando a la distancia aquel mes de julio de 1991 cuando el primer número ganó la calle. Con paréntesis lógicos desde una temporada de fútbol a otra, nunca hubo un año que SEMILLERO no acompañara a los chicos que juegan a la pelota.
Sólo en sus comienzos, pero con el tiempo acompañando, generalmente todos los lunes, a la edición de EL DIARIO.
Revisando los archivos a lo largo de estos 19 años y de los 600 números, nos damos cuenta de la cantidad (cientos y cientos) de jugadores que han pasado por nuestras páginas. Jugadores que después de dejar la “escuela primaria”, como llamamos al fútbol infantil, han tomado distintos destinos.
Muchos apenas han jugado un tiempo más ocupando lugares en las primeras divisiones de los clubes locales, otros han dejado la actividad directamente terminado el ciclo, pero también un buen número llegó a ascender peldaños destacadísimos en el fútbol nacional e internacional.
Todos, absolutamente todos, han tenido el espacio merecido en nuestras páginas, como lo tienen ahora los actuales chicos que juegan en el baby o en las divisiones inferiores.
A todos esos chicos, a los de antes y a los de ahora, a todos los padres, abuelos, dirigentes, auspiciantes y allegados a “esos locos bajitos”, debemos, humildemente, elevarles nuestras gracias.
Porque todos ellos hicieron nuestros 600 números. Nosotros fuimos y somos un vehículo de tinta y papel que reflejamos, con estadísticas, información, fotos, opiniones y reflexiones, lo que ocurre en las canchas y fuera de ellas, cuando fue y es necesario.
En tantos años de permanencia y en tantos números impresos, hemos tenido tristezas y alegrías. Tristezas por quienes volaron al cielo y fueron partícipes de nuestras aventuras. Y alegrías porque nuestro trabajo ha sido reconocido, a tal punto que si faltamos, habrá un espacio vacío. Y no queremos que eso ocurra. Queremos seguir juntos: ustedes y nosotros.
Haber recordado este punto de nuestra historia es un motivo de inmenso orgullo que queremos compartirlo con todos, absolutamente todos, haciendo un particular hincapié en compañeros y amigos de la Cooperativa Comunicar, de todas las secciones, que nos permiten seguir siendo parte de EL DIARIO.
Son 600 números, aunque no todo es cuestión de números. También son cuestiones del corazón, que seguirá latiendo al ritmo de los chicos del fútbol, a partir del 601.
Gracias... siempre gracias.

SEMILLERO