Escribe: Jorge Candia
(Instructor nacional de árbitros)
Sebastián Mastrángelo no influyó en el resultado y tampoco se le presentaron jugadas polémicas para marcar en el partido.
De todas maneras, tuvo algunos errores técnicos y eso no podía hacerlo creíble, por lo que pudo tener conflictos porque todo lo que sancionaba, lo explicaba. En esto los árbitros no deben caer.
Por tales errores, Mastrángelo hasta llegó a explicar una reglamentación de juego en saque de banda, por una protesta de un jugador. ¿Qué hubiese pasado si debía cobrar un penal?
Otra: bien frente al banco del visitante, a los 20’ del segundo tiempo, se golpearon dos jugadores en un choque de cabeza. El árbitro sancionó una falta favorable a Alumni y, después de la protesta, reanudó con un bote a tierra. Fue otro error técnico que no puede pasar.
Y el otro error que se pudo apreciar fue cuando hubo un planchazo de un jugador de Alumni. Mastrángelo sancionó y salió con la mano arriba, pero esto debe hacerlo si no hay contacto, ya que se considera jugada peligrosa.
Cuando el contacto existe, se transforma en una falta que da lugar a un tiro libre directo.
En el resto, donde la regla pide criterio, el árbitro no tuvo mayores inconvenientes.