Unas 250 personas se reunieron el sábado por la noche en el club Ameghino para apreciar el anunciado festival de reggae, con la presencia estelar del nuevo emergente del género nacional en su versión más melódica/romántica: Dread Mar I.
La velada, pautada para iniciar a “no más de las 22” según los organizadores, terminó arrancando alrededor de la medianoche y con la grilla modificada en 180º. En efecto, el número estelar, que se suponía iba a coronar el evento apareció en primer lugar desplegando su repertorio amigable munido de armonías cercanas a las pacíficas cadencias jamaiquinas, amén de su última placa “Vivi en do”.
Mariano Castro, así su nombre verdadero, interpeló al público con sus mantras rastafaris respaldado por una banda sólida y nutrida (con saxo, trompeta y dos teclados). Momentos después, llegaba el turno de la poblada formación local de Energía 220.
A pesar de padecer varios desajustes y acoples de sonido, la banda liderada por las voces de Ale Chanquía y Adrián Godoy, intentó brindar un show aceptable, agradeciendo al público que se había quedado a respaldar el crédito villamariense. Por último, restaba escuchar a la banda bohemia de Belosanta, caracterizada por la festiva fusión de ritmos latinos y mestizos.