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PASADO, PISADO. Jorge Elhall, director de Relaciones Institucionales, hizo fuerza para llevar a Stella Montes a la Intendencia. Hoy está con Cavagnero, como uno de sus principales funcionarios. Y Montes es muy crítica a la gestión del mandatario |
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En junio de 2009 ya se habían enfrentado con virulencia. En las últimas semanas se reeditó esa pelea. El legislador provincial Marcelo Frossasco aprovechó la polémica venta de tierras para la concreción de un Parque de Salud para disparar munición gruesa contra su sucesor, Guillermo Cavagnero. Se subió a la ola que causó las declaraciones del presidente del Concejo Deliberante, Mauro Bizzarri -un hombre de los suyos- y castigó sin reparos al intendente. Dijo que conformaba el gobierno más corrupto de la historia villanovense.
Cavagnero no pudo obviar semejante bofetada. Fue hacia donde más le duele, hacia donde lo encontró vulnerable por todo lo que se dice en la planta política cavagnerista: el patrimonio personal del legislador. Así, se hizo preguntas públicas que echaron un espeso manto de dudas sobre el origen de los fondos que llevaron a Frossasco a edificar su capital.
Hace rato que se vienen acusando mutuamente. Se olvidan, parece, que Frossasco lo presentó allá en 2007 como el mejor de los mejores de sus sucesores y que puso todas las fichas en él. Que hizo campaña para que los ciudadanos crean que Cavagnero continuaría “con el progreso”.
En tanto, el actual titular del Ejecutivo, parece ignorar que acompañó a quien hoy es su enemigo en la gestión pública, como concejal y como tribuno. Que se paseó de la mano con él en los finales de 2007 para mantener el Sillón de Freytes para el justicialismo y que no le objetó nada (sí: nada) en los seis meses que tuvo para hacerlo tras asumir el cargo.
Parece que ambos se olvidan de todo y sobre todo, que desnudándose mutuamente, se desnudan ellos mismos.
Pero nada es increíble en la clase política villanovense. En la polémica sesión en que se “dispuso” al Ejecutivo para que venda las hectáreas (las mismas tierras que Frossasco vendió y que luego Cavagnero recuperó) que aún no están escrituradas por la comuna, Mauro Bizzarri hizo una confesión pública que aún resuena. Para hacer saber que el hecho de que no acompañara la cesión de terrenos no lo transformaba en opositor al Gobierno (como así lo ven en el DEM) recordó que votó “todo”, aún a pesar de sus propias dudas, según deslizó. Confesó, así, que levantó la mano para acompañar proyectos que involucran al Eninder, “con todo lo que eso significa”. ¿Si él mismo duda y aprueba, qué puede pensar la ciudadanía?
Más allá de su incuestionable dedicación al trabajo y a la atención a los vecinos (es uno de los ediles que más está predispuesto a atender a la gente), Bizzarri ha ido dejando en su currículum hechos que lo manchan.
Al final de la gestión anterior, aprobó la venta de las tierras del Parque Industrial y al inicio de la actual gestión apoyó la compra de las mismas, todo en cuestión de pocos meses.
Con respecto al planteo oficial del cobro de la obra de pavimento, avaló el proyecto del Departamento Ejecutivo, luego propuso la derogación y, finalmente, acompañó la ordenanza de cobro, aunque con salvedades de peso.
Pero nada puede sorprender cuando el propio jefe del Ejecutivo tiene como caballito de batalla la concreción de obras, muchas hechas gracias al Eninder, el ente que preside Eduardo Accastello. Justo ese ente que Cavagnero rechazó a rajatabla cuando era edil, porque lo consideraba sospechoso. Frossasco hoy instala dudas sobre esas obras por sus presuntos sobreprecios, cuando fue quien quiso hacerlas incluyendo a la ciudad, precisamente, al Eninder.
En la lista de curiosidades, se anota el caso de Jorge Elhall, el director de Relaciones Institucionales del Gobierno, quien era un soldado de Stella Montes, acérrima opositora a Cavagnero y quien la acompañó en la campaña.
El juecismo también despierta sorpresas. Osvaldo Soberbio, esposo de la edil Olga Vivas (quien llegó de la mano de Montes al Concejo, pero hoy se define en el interior del Frente Cívico), se enoja por las suspicacias que plantean los concejales que no acompañaron la cesión de tierras para el Parque de Salud y los llama a ser más “lights”. Soberbio es quien, hace apenas unos meses, presentó una denuncia penal para que se investigue al intendente, por malversación de fondos públicos y quien desde la asunción de Cavagnero vino cuestionándolo con vehemencia.
El radicalismo también deja sus manchas. Navegó confuso durante la polémica del pavimento, y tal es así que uno de sus ediles votó a favor del cobro y el otro no (Pérez y Bailone respectivamente). Recientemente, le dio el okay a Cavagnero para la llegada del Parque de Salud, ignorando a sus concejales que, luego, hicieron la suya, rechazando la cesión de tierras para la construcción de la mega clínica.
Diego Bengoa
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