La escritora villanovense Carlota Molina de Moreno acercó una semblanza a nuestra Redacción, dedicada a su hermano, Enrique “Pititi” Molina, recientemente fallecido.
A continuación se reproduce su carta:
“Se bajó la cortina.
Envuelta en gasas grises de nieblas lejanas… se bajó la cortina.
Hubo una larga calle enarenada que nos trajo a la infancia
Nunca perdida, siempre recordada.
Hubo una noche que duró treinta semanas
Una noche desencajada
Mandíbula sin dientes
Cadena pesada
Una noche que se detuvo a las veintidós y veintidós
Una noche que se iluminó
Que cayó de una estrella la que nunca se fue
La que estará todas las noches de una semana y media.
Era el 22 de las sorpresas
El 22 de sus cejas
¡El 22 de la ilusión ilusa de su espera!
Era la marca del reloj
De la hora que eligió su pena del minuto veintidós en que se detuviera.
Hace un mes que no tengo a mi hermano.
Hace un mes que se fue. El camino es común, el de todos, pero él era mi hermano. El que jugó conmigo, el que me dio sus sueños en una caja, y los tengo conmigo. El que me dio consejos que no olvido; el que me enseñó el camino libre que guardo todavía. De vez en cuando lo busco, entre mis cosas perdidas… y cuando lo encuentro, mi hermano está de nuevo conmigo. Se fue… como todos… por el mismo camino, pero él era mi hermano. No sé si me resigno. Se fue, yo lo sabía y sin embargo, se me fue un amigo” .
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