Escribe: Dr. Marcelo M. Silvano Está claro que la Abogacía es una de las profesiones que más influye en el crecimiento de un país. Sin derecho no hay seguridad, no hay igualdad, es el caos. Hoy hemos crecido y estamos bastante bien y, teniendo la experiencia de otros países, podemos considerarnos privilegiados en materia judicial. Tenemos excelentes profesionales que ejercen la Magistratura, en particular los Tribunales superiores y las Cámaras, con personas en su gran mayoría idóneas y por sobre todas las cosas honestas. Vean si no los fallos de la Corte Suprema de Justicia y comparemos por ejemplo cuando había otros integrantes. En general la profesión de abogado se ejerce en plenitud, ya que el sistema de justicia que tenemos en Villa María funciona aceptablemente bien. Si bien la gente común está un poco desahuciada con la misma, ya que el tiempo que le lleva al ciudadano en obtener las respuestas que pretenden, en la mayoría de los casos es excesiva. Hay que recordar que el sistema está preparado para garantizar el derecho de defensa y lo que se denomina "debido proceso", es decir que se deben cumplir con los plazos. En nuestra ciudad tenemos ambos poderes judiciales, esto es el ordinario o provincial y el Federal. Este último está funcionando bien, ya que cumple para la función por la que fuera creado. En cuanto a la Justicia provincial, la misma está un poco sobrecargada de trabajo, en algunos casos por falta de personal y en otros por falta de juzgados especialistas en la materia. Concretamente, en lo penal haría falta al menos otra Fiscalía de Instrucción y otra Cámara del Crimen. Pero al margen de ello, todos trabajan lo humanamente posible y, creo hasta más. En Villa María, casi todos los que manejan el Poder Judicial, reitero, son personas aptas para el cargo que ocupan. Faltaría más infraestructura, ya que el edificio de calle General Paz está colapsado, a más de lo antes mencionado. En cuanto a nuestra profesión, es necesaria una mayor injerencia de la misma en la sociedad y en las organizaciones intermedias. Falta presencia de abogados para evitar conflictos, falta especialización por parte de todos los letrados, ya que como se dice el decálogo de nuestra profesión: "Estudia o cada día serán menos abogado". Además, la Abogacía es una profesión que enaltece a quienes la ejercemos. Es una de las profesiones liberales que más desprestigiada está, y en realidad es una de las que cumple una función primordial, ya que da seguridad jurídica a las personas. El abogado no sólo debe ser honesto, sino parecerlo y muchas veces se nos cataloga injustamente a todos por igual cuando ello no es así. Villa María tiene excelentes profesionales del Derecho y ello da cuenta que, inclusive, tenemos hasta una Facultad de Derecho en nuestra ciudad. Por ello, en mi caso particular, estoy orgulloso de ser abogado y mi mejor premio es que mis dos hijos mayores hayan decidido estudiar Derecho y ejercer la profesión que su padre les ha mostrado.
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