Alumnos del Instituto del Rosario que hicieron su pasantía en EL DIARIO plantearon como iniciativa la difusión de un problema que se plantea a la hora de elegir una carrera. Por eso, salieron a la calle a consultar a chicos de distintas escuelas y todos coincidieron en que tienen pocos elementos para tomar una decisión clave en sus vidas. Esta es la nota
Escriben: Antonella Rossetto
Cliver Ciravegna (*)
Una de las problemáticas o temores que se genera al terminar el secundario, es la elección de una carrera.
Miedo al fracaso, a que sea difícil o que no guste. Estos son los temores coincidentes de la mayoría de los chicos que tienen que tomar una decisión que influirá no sólo en la actividad laboral futura, sino también que marcará su identidad.
Para conocer la opinión de los alumnos que terminan este año, dialogamos con estudiantes de sexto año del Instituto del Rosario, del Manuel Belgrano y del IPEM 49 (ex Escuela del Trabajo).
En casi todos los casos, la solución al problema que aportan las instituciones educativas es la orientación vocacional, que busca convertirse en “una ayuda sistemática y técnica, para llegar a un mejor conocimiento y aceptación de sus características, de su propia realidad y del medio en el que el joven adolescente se desarrolla”, explicaron en las escuelas.
“La orientación tiene como fin asesorar y ayudar al individuo a descubrir su vocación y orientarle hacia la actividad cultural o profesional en la que mejor pueda realizarla, ayudándolo a reconocer sus propias aptitudes y asesorándole sobre cuál ha de ser su preparación para realizar ese trabajo de forma efectiva”, agregaron. Sin embargo, esta ayuda no siempre es efectiva, porque orientan hacia una corriente y no definen una carrera específica.
Desde las Rosarinas
María Luz Abait, del Instituto del Rosario, dijo que "elegir una carrera no es nada fácil, ya que es a lo que te vas a dedicar toda tu vida, por lo tanto debe ser algo que te guste y con lo que estés conforme”.
“Creo que es la primera decisión que nos toca tomar en la vida con mucha responsabilidad, porque es algo que nos va a marcar para el futuro. Me parece bien que existan orientaciones vocacionales, ya que permiten guiar o acompañar al alumno en la decisión de elegir un camino que responda al ¿qué hago con mi vida?, lo cual no es nada fácil”, agregó la joven que porta la Bandera Papal de la institución.
“Una orientación sirve como apoyo, aunque creo que la familia es el apoyo fundamental, que nos acompaña, que nos anima ante cualquier situación. Creo que elegir una carrera, atormenta hoy en día a todos los que estamos pasando por esto, porque en nosotros entran muchos temores, pero bueno, tenemos que dejarnos llevar por lo que nos gusta y por aquello que nos vemos ser en un futuro. De última, si nos equivocamos, tenemos tiempo de volver a empezar, lo cual va a ser algo constructivo, ya que de los errores uno aprende para no cometerlos nuevamente", concluyó.
Otra alumna de la institución, Verónica Sáinz, afirmó que "los tests vocacionales no sirven de mucho. En mi caso yo hice el test vocacional en el colegio y no me ayudó en nada, ya que al no saber qué quiero estudiar, me confundió más".
"Pienso que tendría que ser más informativo, (deberían hablar de las carreras, presentar las materias que se dictan en ellas), para que cada uno tenga un poco más de idea de qué se trata la carrera que quiere seguir", agregó la joven estudiante.
"Particularmente pienso que no sirve hacer un test vocacional, ya que uno termina indeciso y no sabiendo qué elegir", finalizó la alumna.
Desde el Manuel Belgrano
Zacarías Wenger, está cursando sexto año en el Instituto Manuel Belgrano, y nos contó su experiencia. "En nuestro colegio no se realizó ningún test vocacional, por lo que la mayoría de los alumnos nos tuvimos que trasladar hasta la Universidad Nacional (UNVM) para poder hacerlo."
"Los resultados que nos dieron fueron totalmente distintos a lo que nosotros queríamos estudiar, en consecuencia nos dificultaron más la elección", exclamó el joven alumno.
"El test vocacional lo hacen para ayudarte, pero más para abrirte la cabeza y eso hace que un adolescente dude aún más sobre su elección, ya que nos encontramos en una edad en la cual nos es muy difícil elegir", concluyó el estudiante.
Desde la Escuela del Trabajo
Luis Suárez es alumno del IPEM 49 y expresó: "Yo no hice ningún test con orientación vocacional en el colegio."
Sin embargo, parece que la respuesta que buscan los alumnos no está precisamente en el test ni en las tareas de orientación vocacional, dado que por las características de la escuela técnica, ya tienen definido su ámbito de conocimiento y capacidad.
"Muchos chicos tienen claro qué van a hacer en el futuro, ya que nuestro colegio tiene muchas orientaciones y eso nos permite salir con un conocimiento que nos sirve y nos ayuda a insertarnos en el mundo laboral", concluyó el integrante del colegio.
(*) Alumnos de sexto año del Instituto del Rosario que hicieron su pasantía en
EL DIARIO
Epígrafes: 1) María Luz Abait, de las Rosarinas
2) Verónica Sáinz, de la misma escuela
3) Zacarías Wenger, del Manuel Belgrano
4) Luis Suárez, del IPEM 49 ex Escuela del Trabajo
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