Entrevista: Gustavo Ferradans
(de nuestra Redacción)

Y la leoncita ya está en casa. Ayer a la mañana, Antonella Brondello arribó a nuestra ciudad, luego de vivir una experiencia deportiva y de vida que difícilmente se le borre de su memoria. Con la medalla de plata como trofeo la arquera de San Martín RC fue la única villamariense en los Juegos Olímpicos de la Juventud, y al mismo tiempo, la única cordobesa en la Selección Argentina Sub 17 que jugó la final del novedoso torneo.
Cuando llegó a su casa la esperaba una “pintada” en la calle que hicieron sus amigos y familiares. “Leoncita, te queremos mucho”, firmado por muchísimas personas.
“Estuvo todo muy bueno y pasó todo muy rápido. Pero nos vinimos con una medalla. Ibamos como candidatas y esperábamos la de oro, obviamente, pero no se pudo dar”, contó Antonella, en el living de su casa a EL DIARIO.
“Creo que fuimos superiores a Holanda en los dos partidos (el de la Zona Clasificatoria y la final). Uno ve a su equipo con los ojos del amor que le tiene a sus compañeras, pero más allá de eso, para mí era para ganarlo, era para nosotros y nos lo robaron”, dijo la arquera de Las Leoncitas.
El partido final, que terminó empatado en tiempo reglamentario 1 a 1, se definió con gol de oro para las holandesas, luego de un fallo del árbitro que recibió varias controversias. “Para mí se equivocó al cobrar un córner corto. Era una falta afuera del área, que supuestamente nuestra defensora le tira el palo, y en lugar de cobrar falta le cobra un corto. Ahí nos hicieron el gol de oro. Hay que jugar con eso, también”, se lamentó.
“La Villa Olímpica era enorme. Debíamos tomar un colectivo para ir a desayunar o a almorzar. Eran sólo cinco minutos de viaje, pero nos quedaba lejos, aún estando en la misma Villa”, cuenta Antonella y agrega “el desayunador era enorme, donde compartíamos con los atletas de todos los países. Hay muchísima vegetación debido a su clima, donde llueve cuando menos lo esperas, da la sensación que se cae el cielo y de repente para la lluvia y sale el sol a pleno. El comedor tenía un cuadrado en el medio muy amplio todo verde. Era todo muy bueno”,
“Hubo una gran camaradería con todos los atletas. Argentina es una gran potencia en hockey y nos hablábamos mucho con las coreanas, con las neocelandesas...Nos llevábamos muy bien, hicimos una buena amistad. En la cancha era otra cosa, pero no podemos llevar afuera la bronca, por ejemplo de perder la final. La bronca quedó adentro de la cancha, pero después, ya había pasado el partido y todo había terminado y con las holandesas terminamos cambiando camisetas. No vamos a estar mirándonos feo cada vez que nos cruzamos, aparte tenemos sólo 17 años y hablamos el mismo idioma, el del deporte”.
“Ojalá tenga la posibilidad alguna vez de tomarme revancha. Si todo va como uno espera, puedo tenerla. Esperemos que sí. Obviamente que perder una final así es horrible. Nosotros decíamos que la medalla de plata es la que menos se festeja, porque perdés una final. En el momento no lo supimos valorar, pero ahora nos damos cuenta que ganamos una medalla.”
“Cuando la recibimos a la medalla estábamos bajoneadas por el resultado, pero luego entendimos en dónde estuvimos y lo que conseguimos. Pero es cruel perder por gol de oro Lástima que todo pasa rápido”, relata mientras muestra recuerdos que trajo desde Singapur.
Ya en su casa muestra orgullosa su trofeo.
“Nunca olvidaré esta experiencia. Creo que a cualquier atleta le pasa lo mismo, más allá de los resultados que tenga en los Juegos, es una experiencia espectacular. El ambiente que se vive es impresionante”, relató la arquera villamariense.
“Cuando desde el Comité Olímpico Argentino me dieron la indumentaria, con la campera que decía grande Argentina. No saben el orgullo que sentí de ponérmela”, dijo.
“Todavía no lo sé valorar a lo que he logrado. Soy muy chica y no sé medirlo. Ustedes los periodistas, que tienen más experiencia podrán dimensionarlo mejor”, contó.
Esta noche, desde las 20, en la sede del club San Martín, Antonella brindará una conferencia para toda la prensa local.