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Villagra tuvo una actuación más que discreta. Aquí le gana la posesión de la pelota a un adversario. En la otra foto, Caler se toma del brazo con un jugador de Racing, en una lucha por la tenencia del balón |
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Escribe: Juan Manuel Gorno (de nuestra Redacción) Parece que se desvanece con simples intenciones y que siempre le falta algo… Así asoma este nuevo Alumni, que ayer volvió a sufrir un golazo y perdió 1 a 0, esta vez, para sumar su segunda derrota consecutiva en el arranque del torneo Argentino A. En Córdoba y ante Racing, el equipo conducido por Carlos Ranalli apenas pudo exhibir una mejor versión de aquel que debutó en Plaza Ocampo, pero eso no le alcanzó para robar algo y la "academia" le arrebató el sueño de empezar a levantar, merced a una gran definición del volante Jonathan Artura, quien supo vestir la casaca de Yrigoyen de Tío Pujio, jugando en la Liga Villamariense. La carencia de claridad para generar situaciones de gol es un problema instalado en Alumni. Encima, en las pocas que creó, no tuvo el oportunismo necesario para quebrar a un rival que se vio complicado en gran parte del encuentro por la propuesta visitante. Porque vale recalcar que Ranalli planteó bien la cosa. Su equipo achicó espacios con inteligencia en la mitad de la cancha, donde se desdoblaron Matías Bolatti y Oscar Wonner, y buscó sociedades por el sector izquierdo, apelando a la velocidad de Román Strada, quien saltó a la cancha por la lesión previa de Orlando Porra, en lo que resultó la única modificación con respecto al partido de la primera fecha. El propio Strada remató al arco y la pelota pasó cerca de un palo en los primeros instantes, como para dejar en claro que Alumni llegaba a jugar de igual a igual, sin especulaciones. Y desde allí Racing comenzó a sentirse incómodo por la lentitud que tuvo en el traslado con sus volantes centrales, que perdían seguido en la zona media. No obstante, el partido no ofrecía grandes supremacías. Alumni se apresuraba demasiado cuando debía acelerar y Racing ni siquiera aceleraba. Además, el visitante hacía todo bien hasta tres cuartos, donde se equivocaba, y el local, sin prosperar con sus volantes externos, se la tiraba a un solitario y bien tomado Alexis Olivera. Recién a los 32 llegó Racing, cuando Artura se volcó a la izquierda y mandó un centro rasante, Olivera intentó una media vuelta y se encontró de frente con Rubén Molina, quien sacó un remate mordido y fácil para la reacción de Carlos Ronco. Sin embargo, la más nítida estuvo frente al arco de Raúl Sanzotti, a los 40 minutos, y se dio por la presión de los volantes de Alumni para generar el error rival. De hecho, Valero falló en la salida y Wonner se la llevó para entrar al área y quedar cara a cara con el arquero. Pero la definición con clase del volante, por el tiro de emboquillada, no surtió efecto y la pelota salió apenas por encima del travesaño. En ese instante quedó la sensación que Alumni había perdido más que un gol porque el esfuerzo plasmado en el campo no llegaba a certificarse en el resultado. Además, Racing fue otro en el complemento. A los 9, Marcelo Bonetto supo hacer lectura de la situación y sacó al improductivo Liendo para meter al enganche Mauro Velárdez, quien se ubicó unos metros más adelante con el afán de convertirse en el abastecedor de los delanteros, detrás de las espaldas de los volantes internos de Alumni. El "Beto" organizó la jugada del gol, a los 18, cuando vio un claro y cambió de frente para el ingreso de Artura. Y éste, con espacios, completó la jugada desde una definición tremenda. Entrando al área, por izquierda, bajó la pelota con el pecho, la pisó, se hamacó ante Bonaldi, la movió unos centímetros y envió un tiro combado perfecto que viajó contra el palo más lejano, ante la estirada inútil de Ronco. La diferencia estaba expuesta. Era allí, en el arco, donde había que tener la mejor certeza. Y Racing la tuvo. No así Alumni, que volvió a fallar sobre el final, esta vez, en los pies de Carlos Herrera, con un remate que se fue apenas alto. Por entonces Ranalli había movido el banco para mejorar en ofensiva (entraron Juan Aimar y Francisco Paravano), pero la desesperación de sus dirigidos empezaba a jugar en contra. Para el local bastó aquel golazo de Artura que, para Alumni, fue otro mazazo difícil de soportar. La figura Dentro de un encuentro sin muchas emociones, Artura se destacó por el golazo y la movilidad que tuvo en algunos pasajes. En Alumni bien Wonner y Bolatti en la recuperación. También se lució Ronco sobre el final, ante Olivera. El árbitro Cristian Navarro se equivocó en algunas apreciaciones. Le faltó amonestar a Rivero, por simular una infracción en el área y no tuvo buena asistencia por los laterales que era para un equipo y terminó cobrando para otro.
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