El avance de la tecnología en nuestra especialidad hace que podamos buscar los primeros cambios que se pueden padecer por una patología determinada, y de esa forma mejorar la calidad de vida del paciente, ya que en muchos casos se puede hablar de prevenir las secuelas de una enfermedad. Detectar los primeros y mínimos cambios que se producen es posible gracias al desarrollo de tecnologías que sirven para diagnosticar las principales enfermedades del ojo.
En este caso, me referiré a la topografía de coherencia óptica (OCT), que es una herramienta para estudiar variadas patologías oculares, de la retina, de la córnea y el glaucoma.
Esta técnica tiene un desarrollo de más de una década, no es invasiva y es atraumática. Las imágenes que nos proporciona son de una enorme precisión, son cortes transversales que algunos asemejan a los cortes que realiza el anatomopatólogo de la pieza que tiene que estudiar.
Entre los beneficios que nos puede aportar realizarle al paciente un estudio de OCT, podemos mencionar el diagnóstico precoz de la patología macular y del nervio óptico, análisis completo de la retina y mácula, análisis completo en el caso de sospecha de glaucoma, análisis completo de la córnea, y análisis completo del nervio óptico. Como se puede apreciar, este método no invasivo y atraumático nos hace entender mejor aquello de que la tecnología y la medicina deben ir tomadas de la mano, en una sola dirección: el cuidado de nuestros pacientes. En sucesivas notas trataré de ir haciendo conocer a los lectores los avances, en forma pormenorizada, de este estudio en cada patología en la que se debe realizar, y los beneficios de que en forma temprana se pueda detectar una enfermedad y prevenir tempranamente las consecuencias que ella produce.
Dr. Raúl Eloy Baigorrí - Centro Privado de Oftalmología