Mi pueblo tiene mil historias, pero me regocijo con algunas de ellas. ¿Saben la del tranvía? ¡El tranway “Olmos”, qué historia! A ver si los más viejos pueden contar “las mentas” del tranvía. ¡Cuántos enojos entre los vecinos de las dos orillas! Pasaron más tiempo discutiendo el tema, que lo que duró el tranvía. ¡Pero existió, caramba! (dijo alguna vez un memorioso).
- “Y hasta tuve un abuelo que lo conducía.”
- El último mayoral fue mi abuelo- dijo en voz alta, con orgullo “el zurdo” Heredia… y se quedó paradito allá en el fondo de la calle Marcos Juárez cuando llamaron a cortar la cinta el día de la inauguración del pavimento.
- ¡Vaya usted, don “zurdo”!- le dijo entusiasmado un crio-llo que lo oyó.
El bajó la cabeza y humildemente respondió: “No, para eso ya están ellos.”
-Mire mi amigo, nadie tiene más derecho que usted- le contestó el vecino que también soportó la hora y media de “plantón” hasta que llegaran “ellos”.
Pero la cosa ha sido así desde tiempos inmemoriales. Se llevan los laureles “ellos”, los que siempre se hicieron esperar.
¡Ah! Pero esta vez tuvieron su castigo. Se les cayó el palco.

Carlota Molina de Moreno
Especial
El Tranvía

Sobre el puente de hierro
pasa el tranvía
cabalgando el Tercero
¡Qué maravilla!

En la calle empedrada
saltan las chispas
de las herradas patas
contra la vía.
Sobre el puente de hierro
pasa el tranvía.
_¡Llévame a pasear, madre!
¡Cuánta alegría!
Sobre el puente de hierro
pasa el tranvía
su campana resuena
¡Qué algarabía!
Arq. Bernardo Villasuso (de su libro “Orígenes”)
Miembro de la familia
dueña de la empresa del tranway “Olmos”