Señor director:

“Tengo el agrado de dirigirme a usted con motivo de hacer público el agradecimiento y contar una mala experiencia que me tocó vivir por ser confiada y darle una oportunidad de salida de trabajo a un joven que yo no conocía y venía de otra cadetería. Pensé que sabía algo y dijo ser buen cadete y no pensaba volver a su trabajo. Soy dueña de una cadetería y mensajería privada donde trabajo con toda mi familia. El joven vino a pedir que por favor le diéramos una oportunidad porque realmente lo necesitaba.
Yo desde que tengo uso de razón siempre fui de corazón grande, por eso había quedado sorprendida de que ‘este atrevido’ sólo salió a hacer un viaje y no volvió más. Pero a los tres días llegó la explicación que terminaría por hacerme pasar uno de mis peores momentos.
Una llamada de un cliente muy conocido, una persona honesta y trabajadora, me pidió explicaciones con respecto a un sobre que había enviado el viernes y que nunca llegó a destino.
Más grande fue mi sorpresa cuando revisando mis papeles veo que fue el joven el responsable de ese sobre que contenía $6.122.
Todo fue una situación de mucha angustia y nervios. De tanto pedirle a Dios se presentaron en mi cadetería el agente Juan González y Alberto Lozano, pertenecientes a la División de Investigaciones de la Policía de Córdoba, Unidad Departamental San Martín. Tras comentarle mi situación, estos jóvenes tardaron menos de tres horas en dar con este personaje.
Por ello, quiero agradecerle a ellos por su eficiencia, dedicación e interés por ayudar y cumplir con su trabajo. En ese momento, ellos llegaron a ser mis amigos, consejeros y hasta mis psicólogos por escucharme y ayudarme. La gente debe saber que existen estos buenos policías, con vocación de servir a la comunidad.”

Malvi Martínez de
Miranda
DNI 4656267