Los representantes de organizaciones campesinas de Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile, que participaron como invitados del Congreso de Federación Agraria que concluyó ayer en Rosario, dialogaron con EL DIARIO RURAL sobre la situación del sector en sus respectivos países y la mirada que tienen sobre lo que ocurrió en Argentina desde marzo de este año.
Dos temas que resaltaron: la capacidad de organización del productor y la falta de políticas. Sobre este último punto, indicaron que por más que en nuestro país se considera positivo lo que sucede en los vecinos, ellos padecen también la falta de políticas.
El representante de Chile indicó que siguió de cerca el proceso y “pude ver que el error principal del Gobierno fue no dialogar para superar las diferencias”.
Antonillo Rovares, representante de Brasil, señaló que el presidente Lula Da Silva “también tomó medidas contra los pequeños productores. Por eso, no tengo duda que Argentina tiene más posibilidades que Brasil de desarrollar políticas para una agricultura con agricultores”.
A su turno, Miriam Mochet, de Paraguay, dijo que están atravesando una difícil situación en ese país. “El actual presidente es amigo de los movimientos campesinos, pero el poder de legisladores y otros funcionarios siguen estando en manos de quienes están trabajando para que sigamos en la pobreza”.
El uruguayo Fernando López dijo que la experiencia argentina “dejó en claro lo que un Gobierno no debe hacer”. Agregó que en su país la situación es similar y que la primera mirada del general de los paraguayos “fue creer que eran golpistas los productores argentinos movilizados, pero con el correr de los días, entendieron que la situación era otra”, afirmó.
Agregó que el problema de todo el Mercosur ampliado “es que las tierras y el poder siguen concentrados en pocas manos”.
Los cuatro coincidieron en que el sector rural siempre fue silencioso y que el conflicto en la Argentina “puso en el primer lugar de agenda la cuestión del campo en nuestros países”.
Todos integran la Coprofarm, que es una organización que suma las entidades ruralistas y de pequeños productores del Mercosur, para “que la unión de estos países no sea sólo una cuestión económica de libre comercio entre vecinos, sino también que suponga un intercambio cultural y un crecimiento social.