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UN PAR DE PREGUNTAS: • ¿Transpuesta la mitad del año, se mantienen las expectativas de crecimiento auguradas para la provincia de Córdoba a principios de 2010? • ¿Cuáles son los indicadores que fundamentan un final de año a "poca orquesta"? • En definitiva, ¿cuál es el panorama de la industria cordobesa a las puertas de un año político? Muchos indicadores considerados por los analistas, a comienzos de 2010, orientaron las expectativas hacia un porvenir positivo en materia de desarrollo industrial en la provincia de Córdoba. Sin embargo, fue suficiente el arribo del invierno para que empezara a desvanecerse aquella previsión de la mano de las restricciones energéticas que, por lo menos, aplacó la tendencia del crecimiento industrial en la provincia, al igual que en el país. Cuatro meses atrás Precisamente el Observatorio Industrial de la provincia de Córdoba, que depende de la Unión Industrial de Córdoba (UIC ), reveló al terminar el primer trimestre de este año las condiciones favorables que encendían el entusiasmo de los industriales, en cuanto permitirían retornar decididamente al crecimiento de la producción en las fábricas cordobesas. • En el mundo: En un análisis desde lo macro a lo micro, se reveló entonces que, en lo atinente al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) durante 2010, era China la potencia emergente con elevar su producción hasta un 9.6% del PBI; luego aparecía Brasil, con aspiraciones serias de alcanzar el 5% de su PBI, relegando a Estados Unidos (3,1%), Japón (1,7% y, muy tendido en el piso, la Eurozona sólo aspiraría a un alza en la producción del 1.5%, con leves crecimientos en las potencias Francia, Alemania, Inglaterra e Italia, pero con previsiones negativas para España. • En el país: Un poco más acá, el Observatorio de la UIC anticipó que, sólo con el nivel alcanzado en febrero pasado, el crecimiento de las actividades económicas se elevaría este año en Argentina un 4,4%, aunque dejó abierta la posibilidad de llevar dicho indicador al 8%, lo cual significaría que el nivel de generación de riquezas por parte de la industria argentina estaría próximo al registrado en enero de 2008, cuando había "viento a favor". En el marco industrial las estimaciones a fines del último verano consideraban probable un crecimiento de la actividad de entre el 8,6% y el 12,6%; con aristas en la producción de alimentos (17%) y en metalmecánica (18%). El informe del Observatorio Industrial subrayaba, por entonces, que contribuiría a la expectativa positiva el hecho de que no asomaban "cuellos de botella" en torno a la capacidad instalada. En tal sentido se dio cuenta que, en el rubro alimentación, a principios de 2010 se había utilizado el 73% de la capacidad instalada (13 puntos por debajo del récord histórico), mientras que en metalmecánica se trabajó con el 57% (poco más de 10 puntos del récord) • En la provincia: La UIC, por otro lado, esgrimió otro indicador, netamente regional, que hizo pensar a muchos empresarios cordobeses de que 2010 iba a ser "un año bueno". Y así comparó los datos de la inversión prevista para 2009 y 2010, con una alentadora intención para el actual ejercicio. Mientras que sólo el 40% de los industriales cordobeses había anticipado que iba a concretar inversiones durante el año que pasó, en los albores de 2010, el 57,3% aseguró que este año lo haría si o si. Todo parecía encarrilado, máxime cuando se conoció el considerable aumento que registró la industria automotriz, que en marzo del corriente año trepó al 261% respecto a igual mes del año pasado, respondiendo así a las demandas interna y externa. A mitad de año Pero el diablo metió la cola. Y varias veces. Así, en el plano internacional, Estados Unidos apostó a remontar el dólar frente a Euro-barrilete, lo cual perjudicó a nuestro país. También entraron a tallar la creciente inflación, las dificultades para el financiamiento bancario, la inseguridad jurídica y la incertidumbre política, que aumenta a medida que se aproxima el año electoral. Estas situaciones (y otras que no se han mencionado) complicaron sobremanera la competitividad de la industria local. • El dólar: El Observatorio Industrial señala, al respecto, que ya el primer trimestre del corriente año "la apreciación del dólar (con una suba de casi el 10% en el pasillo entre noviembre de 2009 y febrero de 2010), acompañada por la mayor inflación local redujeron las tasas de variación interanual del Indice de Tipo de Cambio Real" de la industria cordobesa. En consecuencia, "estaba cantado" que la competitividad en la producción industrial se vería afectada negativamente a medida que transcurrieran los meses de 2010. Fue así que ya en el primer semestre del presente calendario se encendió la luz amarilla de alerta. La reversión de la tendencia (se recupera el dólar a la vez que se deprecia el Euro en la relación entre ambas monedas) no hizo más que complicar a la Argentina, dado que ha generado pérdida de la competitividad cambiaria, algo que, cuando la crisis pegó fuerte en el hemisferio Norte, había abierto una enorme oportunidad para la producción argentina, en general, e industrial, en particular. • La inflación: El creciente índice de precios, en todos los rubros y órdenes, de ninguna manera es una novedad reciente. Inflación hubo siempre y en todo momento más “corpulenta” que la diminuta anunciada por el Indec. Lo que ocurrió, también lo explica el Observatorio Indusitral de la UIC, es que el debilitamiento del dólar en el mundo compensó la inflación local y, por ende, la competitividad no sólo fue real, sino también, interesante. Ahora, en cambio, convergen la aceleración de la inflación interna y la recupeación del dólar frente al Euro. Entonces, la competitividad es menor, con riesgo de ser nula. Por el momento, existe lo que el Observatorio Industrial denominó “colchón” cambiario que, de alguna manera, contiene la cotización de la moneda “verde”. Sin embargo, todo indica que, con la coyuntura política interna existente y la siempre cambiante situación externa, el “colchón” corre el riesgo de reducir su capacidad de sostener los embates del dólar, cada vez con mayor peso. • Los comodities: Como en economía todo se ensambla, existe otra probable situación a venir: de continuar el fortalecimiento del dólar, los precios en dólares de los comodities pueden bajar. De ser así, el país también se verá afectado y la situación perjudicará a la Argentina mediante un menor saldo comercial, lo cual se traducirá en una menor recaudación vía retenciones o impuestos a las exportaciones.
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