Escribe: Fernando de Goycoechea
(enviado especial de EL DIARIO)

El último campeón del rugby cordobés no tendrá chances de intentar revalidar su título.
Jockey Club cayó ayer en el Estadio Córdoba, paliza mediante, ante Córdoba Athletic por 53 a 7 y quedó marginado de la final del rugby cordobés.
En una de sus peores actuaciones como conjunto, los dirigidos por Juan Pigni recibieron una dura lección de parte del conjunto “inglés”.
Lejos de la escuadra que hace un año se floreaba por el impecable césped del coloso que se erige en la zona del Chateau Carreras, los villamarienses dejaron sólo una pálida imagen que puede volver a relucir el próximo sábado en la disputa por el tercer puesto de la competencia y un pasaje a la zona campeonato del Torneo Regional “A”, frente al Tala RC.
Está claro que no será fácil digerir esta derrota, pero los hombres de verde necesitan recomponerse y sanar las heridas para no quedarse con las manos vacías.
Con la corona resignada, lo que queda es hacer pie en un certamen de relieve nacional. De todos modos habrá que esperar que el plantel acepte el nuevo desafío tras el golpe de ayer.

Intratables

Mientras el Jockey no conseguía superar sus problemas, los que hicieron casi todo bien fueron los de barrio Jardín Espinoza.
El equipo dirigido por los hermanos Fisore y Juan Scarpatti encontró la fórmula precisa para derrumbar al actual campeón cordobés.
Para esta tarea fueron fundamentales Augusto Guillamondegui y Christian Barrea, la pareja de medios de los ingleses, que con muy buen criterio pusieron a su equipo adelante.
También fue importante, sin dudas, la labor de los delanteros cordobeses, primero conteniendo a sus ponentes en el juego corto y luego penetrando una y otra vez hasta quebrar a la defensa rival.
Con Barrea y Guillamondegui, sumado a la fuerza del pack (causaron estragos en el scrum) la victoria final se fue consolidando.
Para fundamento de este análisis basta con observar el desarrollo del tanteador, en el que apelando a todas las formas para sumar (penal, conversión, try y drop), pusieron de rodillas a los de Villa María que descontaron a través del try de Facundo Boaglio.
Con el parcial de 25 a 7 y conociendo las tradicionales reacciones del Jockey en los segundos tiempos de sus encuentros más difíciles, se esperaba un cambio en el rumbo del partido.

Sin brújula

Lejos de mejorar, Jockey empeoró. A su desconcierto y errores se sumó la indisciplina y pagaron con amonestaciones y expulsión de Rodrigo Bruno y Matías Dagatti.
Con un hombre menos (Dagatti) y a pesar de que su rival también sufrió la salida de un jugador (Narváez), el “hípico” después de luchar veinte minutos se desvaneció, favoreciendo al crecimiento exponencial de su adversario.
Aprovechando las ventajas que le otorgaba el “quince” de barrio Roque Sáenz Peña, los “ingleses” coordinaron cuatro golpes de knock out.
El primero, a los 25 minutos, con el hooker Federico Fortuna, lanzado en velocidad y esquivando marcas como si se tratara de un back más.
Dos minutos más tarde, Miguel González, también apoyaría su conquista, el que sería emulado instantes después por Hernán Bustos y en los minutos finales nuevamente por Fortuna.
Con cuatro tries y mucho dominio del juego en el segmento final, Athletic sepultó toda la ilusión verde y comenzó a festejar pensando en la final que protagonizará el venidero fin de semana.
Para los villamarienses la inyección anímica para finalizar la temporada se concentra ahora en derrotar a Tala y cumplir con un objetivo significativamente menor al que, de seguro, estaba planeado a principios de año.