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Escribe: Federico Gazzoli
En un partido muy tranquilo por la superioridad mostrada sobre su rival, Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio, como local, superó por 4 a 0 a River. En el primer tiempo anotaron Negrini y Barbuio mientras que en el complemento Solís y Marín le dieron cifras definitivas a una gran goleada del “rojo” que ahora se ubica tan sólo a un punto de la cima de las posiciones.
Desde el inicio, los comandados por Germán Vicario demostraron una superioridad tanto en lo mental como en lo futbolístico sobre su rival, teniendo más tiempo la pelota y tratando de controlarla con más claridad ante un River que por momentos se mostró acelerado y falto de una pausa en la mitad de la cancha.
La gran efectividad de Yrigoyen en el arco contrario comenzó a gestarse a los 18’ cuando Rodrigo Liendo jugó rápido un lateral en la izquierda para Sebastián Solís, que levantó la cabeza y metió un centro preciso para la aparición de Ignacio Negrini, quien sólo tuvo que empujar el balón con su pierna derecha para superar a Pablo Mansilla y poner el 1 a 0.
Para colmo de males, para los dirigidos por la dupla Marcelo-Luis Sachetto, otro Sachetto, en este caso Lucas, cometió una falta de atrás por lo que el árbitro lo amonestó. Marcelo Orellana no conforme con dicho fallo se acercó a protestar y también vio la amarilla pero nunca se calmó por lo que pocos segundos después Héctor Maturano le mostró la segunda cartulina del mismo color y dejó a su equipo con un jugador menos, lo que enfureció al experimentado defensor, de tal forma que tuvo que ser retirado del terreno del campo de juego por algunos de sus compañeros. Por suerte, con el correr de los minutos Orellana se fue tranquilizando para que el hecho no pasara a mayores.
En lo estrictamente futbolístico, algo de lo poquísimo que ofrecieron los de barrio Almirante Brown llegó a los 27’ en los pies de Martín García, que tuvo un mano a mano con Ezequiel Merani, saliendo vencedor en este duelo el guardametas tiopujiense.
Con la superioridad numérica el juego de Yrigoyen fue creciendo y a los 32’ casi aumenta su ventaja si no fuera porque Mansilla atrapó sobre la línea un cabezazo de Ignacio Negrini tras pase de Diego Marín.
No todas fueron buenas para el local, porque a los 35’ perdió a una pieza fundamental en su defensa cuando Franco Ortiz debió ser remplazado por una fuerte dolencia en su tobillo derecho. En su lugar ingresó Julio Berterame, uno de los artífices del segundo tanto cuando a los 45’ despejó desde el fondo, en la derecha recibió solo Sebastián Solís, quien se acomodó con todo el tiempo del mundo, levantó la cabeza y con un centro milimétrico ubicó la llegada de Matías Barbuio, que también con absoluta libertad y tranquilidad pudo acomodarse para rematar cruzado de zurda y poner el 2 a 0.
Ni bien iniciado el complemento, River tuvo otra de las pocas claras de todo el partido cuando al minuto Nicolás Rodríguez remató de zurda desde la media luna, saliendo la pelota a pocos centímetros por encima del travesaño, lo que hacía suponer que el conjunto “millonario” haría algo como para llegar por lo menos al descuento, pero nada de esto sucedió ya que los locales sólo se estaban tomando un pequeño descanso para definir el pleito a su favor en los minutos finales, aprovechando la desesperación de la visita.
Yrigoyen comenzó a sentenciarlo a los 32’ de contragolpe, cuando Sebastián Solís recibió solo en la derecha (como casi toda la tarde), pisó el acelerador a fondo y entrando al área sacó un tremendo derechazo bombeado que superó a Pablo Mansilla para marcar el 3 a 0.
El cuarto no se hizo esperar demasiado porque tres minutos más tarde, en un córner desde la derecha impulsado por Matías Barbuio, Leandro Grosso la peinó a la altura del primer palo y por el segundo poste apareció Diego Marín para chocarse la pelota con su pierna derecha y decretar el 4 a 0 que más tarde sería el marcador final.
Las claves
La gran victoria lograda por Yrigoyen con momentos de buen fútbol se basó (sobre muchos otros aspectos positivos) en la buena actuación que tuvieron los extremos Solís y Barbuio, sumadas al oficio que mostró Ignacio Negrini en la creación del juego.
No todo fue mérito de Yrigoyen, ya que la goleada también se produjo por el bajo nivel mostrado por la defensa riverplatense, que encima perdió a un jugador por expulsión y tuvo que afrontar prácticamente todo el compromiso con un integrante menos.
La figura
Sebastián Solís: gran actuación del extremo derecho de Yrigoyen. Prácticamente hizo un surco sobre ese costado con el permanente ida y vuelta aportado. Colaboró en defensa y desequilibró siempre en ataque, redondeando la tarde con un verdadero golazo.
El árbitro
Fue aceptable el arbitraje de Héctor Maturano, quien desde el principio se hizo respetar para no dejar que el partido se le fuera de las manos. Bien en las amarillas y en la expulsión. También correcto en las infracciones.
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