Dilan Ferreyra, de 2 años, salió a comer un caramelo a la vereda del almacén del barrio Talamochita de Villa Nueva, mientras su mamá pagaba lo que había comprado. Ella misma, dos minutos antes, lo había dejado en el suelo para buscar el dinero y la propia almacenera le había regalado la golosina.
Entonces escucharon gritar al pequeñito. “Cuando me di vuelta, vi al nene en el suelo, ensangrentado y al perro que se alejaba”, cuenta la joven madre de Dilan.
Todo ocurrió en el almacén del barrio, propiedad del señor Chiaravilla, quien también es dueño del can en cuestión, un ovejero alemán, según dijeron los familiares de la pequeña víctima.
“Lo llevamos al hospitalito de Villa Nueva y luego al Hospital Pasteur. Le hicieron unas curaciones y mañana (por hoy), tengo que llevarlo al oculista para ver si pierde el ojo o lo va a salvar. Parece que está lastimado por dentro”, narró a EL DIARIO la madre del pequeño.
En tanto, la abuela de Dilan señaló que “este no es el primer chico que muerde ese perro, ya son varios. Y hemos denunciado, pero nadie hace nada. Yo creo que ese animal no puede andar suelto por ahí, porque es realmente peligroso”.
Todo era preocupación y angustia en la casa de la esquina de Los Caldenes y Los quebrachos de Villa Nueva, donde viven la víctima y su familia.